La Cámara de Comercio de Barcelona (Cambra) anunció ayer que no volverá a utilizar el castellano en sus comunicaciones públicas. Coherente con el discurso independentista, que dio un vuelco rotundo a los órganos de dirección de la entidad en las últimas elecciones de mayo, el presidente de la entidad, Joan Canadell, empañó la presentación de un estudio sobre el impacto de la inversión extranjera en Cataluña con ese anuncio provocador, pura estrategia política vestida de titular lingüístico.

Canadell se negó ayer a responder en castellano la pregunta de una periodista. Puntualizó que la cuestión había sido sometida a criterio del comité ejecutivo de la institución y que se ha decidido que a partir de ahora todas las comunicaciones públicas de la Cambra se hagan exclusivamente en catalán. Canadell considera que existen medios técnicos adecuados para traducir sus palabras.

La entidad cuenta con mayoría independentista a través de la candidatura Eines de País, que promovió la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Finalmente el independentismo tiene 30 vocales en un pleno constituido con 59. Además controla el comité ejecutivo, el organismo que gobierna la entidad.