Un individuo o un grupo de personas se pierde en un lugar desconocido, comienza a andar en busca de una salida, y al cabo de un tiempo se da cuenta de que está caminando en círculos. Es una situación recurrente en obras de ficción como películas o novelas. ¿Pero sucede en la vida real? Pues sí, según el Instituto Max Planck para la Cibernética Biológica, que estudió el comportamiento de diversas personas en el desierto del Sahara y en una bosque alemán.

Según su análisis, la falta de referentes, como el sol o la luna, es la que hace a los hombres percibir como línea recta lo que no lo es. Todo es cuestión de recibir las señales adecuadas, lo mismo que sucede con los inversores. Las bolsas, precisamente, llevan un tiempo ancladas en un movimiento lateral, sin una tendencia de subida o bajada clara. Faltan referentes. O hay veces, como ayer, en que se producen dos pero ninguno termina de romper los soportes técnicos. La jornada empezó con pérdidas después de que Japón anunciase una caída interanual de su economía en el tercer trimestre del 1,6%, cuando el mercado esperaba una expansión del 2,2%.

El temor a un peor comportamiento de la economía mundial se extendió, pero duró hasta que Mario Draghi volvió a apuntar hacia la adopción de medidas extraordinarias para reactivar la economía de la eurozona. El Ibex 35 terminó por cerrar con un alza del 1,59%, a los 10.309 puntos, con la prima de riesgo en los 130 puntos básicos.