El cierre de las fronteras rusas a varios productos agroalimentarios y los titubeos de Bruselas a la hora de hacer frente a la crisis han puesto en jaque al sector frutícola aragonés. Los agricultores tienen muy claro que mantener las medidas de presión es "la única vía" para que la Unión Europea atienda sus peticiones, por eso ya anuncian que "intensificarán" sus protestas si no obtienen una respuesta "rápida y contundente". "Si no nos hacen caso tendremos que volver a salir a la calle e incluso colapsar lo que haga falta", subrayó ayer el presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, José Víctor Nogués.

Los sindicatos agrarios UAGA, Asaja y UPA, así como las propias cooperativas, continuaron ayer con su calendario de movilizaciones y repartieron en la plaza del Pilar de Zaragoza 5.000 kilos de fruta para concienciar a la ciudadanía de que la "inacción" ante el veto ruso puede suponer la "ruina" de un sector que solo en la comunidad emplea a más de 15.000 personas. Tal y como apuntaron los representantes de las diferentes organizaciones, la protesta de ayer puede ser "solo el comienzo" e incluso no descartan interrumpir el abastecimiento de los mercados. "Es una de las medidas que barajamos; lo que está claro es que a un agricultor que se arruina le da igual la imagen que puede dar", señaló el secretario general de UAGA, José Manuel Penella, que abogó por "intensificar" las movilizaciones.

La Comisión Europea permitió el viernes que la retirada de melocotones y nectarinas tuviera "otros destinos" además de la distribución gratuita a beneficencia y la transformación en zumo, dos salidas "ya saturadas". Así, para evitar el colapso de los mercados aceptó que se pueda destinar como abono para el campo o para alimentación animal. Sin embargo, en estos dos últimos casos, los agricultores recibirán la mitad de las ayudas, según el documento de Bruselas. Por todo ello, el sector califica el paso de "insuficiente" e insiste en pedir que estas futas de hueso se incluyan en los 125 millones dirigidos a otros alimentos hortofrutícolas.

"Este es un problema político que no hemos creado nosotros, así que lo que debe hacer la UE es activar el fondo de reserva que hay para crisis como esta", incidió el secretario de organización de UPA, Enrique Arceiz, que apuntó que "llegará un momento en el que la protesta no podrá ser otra más que cerrar las exportaciones agrícolas y ganaderas". "El consumidor se dará cuenta entonces de la gravedad del problema", apuntó.

Actualmente, Aragón, que exporta a Rusia el 40% de su fruta de hueso, acumula un excedente de 83 millones de kilos de melocotón rojo, paraguayo y nectarina, justo la producción que se iba a vender en el mercado ruso. "Lo que pedimos ahora es que la administración se haga cargo de esa fruta al precio estipulado de 0,26-0,28 euros el kilo", indicó el portavoz de Asaja, Fernando Luna, que recordó que los fruticultores no reciben ayudas de la PAC.

CRÍTICAS A RUDI Y RAJOY Por otra parte, Luna exigió a los Gobiernos central y autonómico que medien en el asunto y presionen para que Bruselas busque soluciones. "Con un 10% de retirada no es suficiente, para aliviar los mercados se necesita al menos un 30%", puntualizó Penella.

Los 5.000 kilos que repartieron en Zaragoza no servirán para minimizar las tensiones del mercado, pero sí que movilizaron a cientos de ciudadanos que acudieron a primera hora de la mañana para recoger los melocotones, nectarinas y peras que repartieron las organizaciones. "Tenemos que apoyar todo lo que podamos a los agricultores porque sin ellos no comeríamos", comentó Lina Cotaina, una zaragozana que a las diez de la mañana ya estaba en la fila que serpenteaba por toda la plaza. "Es muy triste que tengan que regalar la fruta con el trabajo que les supone cultivarla; además, a ellos les pagan muy poco y luego en el mercado está cara", añadió Fernando Albornoz, de 66 años.

En este sentido, algunos de los agricultores que acudieron a la protesta lamentaron que "los costes de producción superan el precio de venta; es una situación insostenible".