British Airways vivió ayer una jornada caótica, con miles de pasajeros afectados por un gigantesco fallo global del sistema informático, que repercutió en toda su red mundial. La compañía suspendió todos los vuelos desde los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick, en uno de los días más concurridos del año, al ser el comienzo de un largo fin de semana --el lunes es festivo en el Reino Unido-- y de una semana de vacaciones escolares.

Las terminales de los dos aeropuertos llegaron a estar durante toda la jornada completamente congestionadas, por quienes esperaban inútilmente para embarcar, en algunos casos desde primera hora de la mañana.

A media tarde la compañía comenzó el desalojo de las instalaciones. «Por favor no vengan a los aeropuertos. Sufrimos un importante fallo del sistema informático que está provocando problemas graves en nuestras operaciones de vuelo en todo el mundo», señalaba el comunicado de la aerolínea. La consigna de evitar los aeropuertos fue transmitida incesantemente por los altavoces en la red del metro de la capital b ritánica.

DEMORAS Y RETRASOS / La cancelación de todos los vuelos de British Airways se extendió al aeropuerto madrileño de Barajas, mientras que en otros, como los de Roma, Praga, Estocolmo o Málaga, se registraron grandes demoras y retrasos. Se cree que cientos de vuelos se han visto afectados.

La aerolínea británica advirtió de que los trastornos pueden continuar durante la jornada de hoy domingo si bien «se espera que la mayor parte de los vuelos trasatlánticos que deben aterrizar mañana (domingo) en Londres puedan hacerlo con normalidad» . La línea aérea pidió disculpas por esta circunstancia.

A última hora de ayer no estaba todavía clara la causa de la caída global del sistema informático, pero en uno de los aviones, el piloto advirtió a los pasajeros, dentro ya del aparato, que el fallo era «catastrófico». De acuerdo con la compañía no hay indicios de que se trate de un ciberataque.

Fuentes sindicales aseguraban ayer que detrás del problema subyace la decisión de British Airway de trasladar el pasado año cientos de trabajos informáticos a la India, con el objetivo de tratar de ahorrar dinero. La caída afectó también a los centros de atención telefónica al cliente y a la página web.

John Strickland, consultor de la industria aeronáutica, advirtió, en declaraciones a la cadena de televisión BBC, que los retrasos y trastornos en los vuelos pueden prolongarse hasta la próxima semana. «Incluso aunque el servicio se restablezca rápidamente, lo que es muy incierto, los trastornos pueden durar varios días, puesto que el efecto es masivo».