AGRICULTURA. Se observa una fuerte diferencia entre el valor añadido en las grandes empresas (82%) y el de las pymes (18%). La mayor parte remunera al personal, que en las grandes empresas alcanza el 63%. También se detecta que el resultado (beneficios), alcanza el 2,6% en las pequeñas, asciende hasta el 3,1% en la medianas y logra el 3,9% en las grandes.

INDUSTRIA Y ENERGIA. El valor añadido de las pequeñas empresas en este sector casi duplica al de las grandes (31% y 16%, respectivamente). También es mayor el peso de los gastos de personal en las pequeñas (21%), muy por encima de las medianas (13,7%) y de las grandes (11,7%). En las pymes, los gastos financieros tienen una relevancia del 2%, que se reduce al 0,8% en las grandes, sin embargo, el resultado después de impuestos es más favorable a las pequeñas (3,4%), frente al 1% de las grandes.

SERVICIOS. El valor añadido en las pequeñas empresas del sector terciario es cinco puntos superior a las medianas y grandes (21% frente a 16%), aunque el mejor resultado del ejercicio corresponde a las medianas 4,9% respecto a la cifra de negocios, dos puntos por encima de las pequeñas. El por porcentaje lo logran las grandes, 1%.

CONSTRUCCION. El todos los segmentos empresariales el valor añadido ronda el 33%, pero ganan más las medianas y grandes, hasta el 6,6% sobre la cifra de negocio en las últimas.