Andorra vivió ayer la enésima movilización en defensa del sector minero-eléctrico, el sustento principal de la economía local y comarcal, cuyo futuro está seriamente comprometido. Representa nada menos que el 40% del PIB de la provincia de Teruel y sostiene más de 4.000 empleos directos e indirectos. Varios miles de personas secundaron el llamamiento unitario realizado por ayuntamientos, partidos políticos y sindicatos y, bajo el lema Por tu futuro, por tu territorio. Defiéndelos, llenaron la plaza del Regallo, corazón de la población minera.

Los principales destinatarios de sus reclamaciones fueron Endesa y el Gobierno central, a los que se responsabiliza del peligro de muerte que corre el sector del carbón. La indecisión de la compañía eléctrica sobre la inversión en la térmica andorrana, cuya continuidad no está garantizada a partir del 2020, y los reiterados incumplimiento del Ministerio de Industria del acuerdo que alcanzó el Gobierno con el sector en el 2013, hacen que el pesimismo sea cada vez mayor.

Los agentes sociales y políticos creen que la única vía de solución a este "callejón sin salida" es que se produzca un relevo en la Moncloa. "La esperanza que nos queda es que a partir de septiembre haya un nuevo Gobierno que apueste claramente por el carbón", aseguró ayer Antonio Montoyo, responsable de minería en CCOO Aragón,

"La situación es tremendamente grave y caótica. Esto se nos va", apuntó Francisco Montull, responsable de Minería de UGT Aragón. En su opinón, el actual Gobierno en funciones "ha dejado bien claro que no va a hacer nada por el carbón", por lo que "la única salvación" es que se configure un nuevo ejecutivo que "quiera de verdad" apoyar a esta minería.

BAJO MÍNIMOS

"El Gobierno del PP lleva cuatro años dejando morir el sector, incumpliendo taxativamente el Plan del Carbón", lamentó el alcalde de Ariño, Joaquín Noé (PSOE), quien se mostró crítico también con la actitud de Endesa: "Está haciendo su juego económico y político, esperando a que el Gobierno le eche una mano con las ayudas, y nosotros mientras en medio de la partida".

Por si fuera poco, la térmica de Andorra lleva varios meses funcionando bajo mínimos y, en consecuencia, apenas compra carbón a las empresas mineras turolenses. De continuar esta situación de bloqueo, los sindicatos auguran nuevos ajustes y recortes de plantilla en las contratas en los próximos meses. Pese a todo, la situación es aún más complicada en el norte de España, donde el 90% de las compañías carboníferas están en concurso de acreedores.