El precio de la gasolina sigue cuesta arriba y ya ha superado el euro con 30 céntimos por litro en junio (alcanzando el 1,33 euros por litro), un valor que no se registraba desde septiembre del 2014. Esta escalada de los carburantes ha propiciado que el Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentase un 0,3% en junio en relación al mes anterior y elevara dos décimas su tasa interanual, hasta el 2,3%, su nivel más alto desde abril del 2017 (2,6%).

La tasa interanual de junio es la vigésima segunda tasa positiva que encadena el IPC interanual e implica una subida porcentual de los precios del 2,3% respecto a los establecidos hace un año, según el indicador adelantado publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Tras haber registrado en enero una tasa interanual del 0,6%, la más baja en 16 meses, el IPC interanual volvió en febrero a superar el 1%, tendencia que se mantuvo en marzo y abril. En mayo ya se alcanzó la barrera de los dos puntos, a la que no se llegaba desde abril del 2017 (2,6%).

El dato del IPC se conoce apenas unos días después de conocerse el acuerdo salarial entre los sindicatos y los empresarios, que han aprobado un incremento de los convenios del 2% (hasta del 3% en función de otras variables como el absentismo y la productividad).

Así, el IPC es una variable seguida de cerca por todos los asalariados y pensionistas, ya que no quieren perder poder adquisitivo.

Desde la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) se señala que detrás de la inflación del mes de junio podría estar, además del aumento del precio de los productos energéticos, un «ligero avance» de la inflación subyacente -eliminando el efecto de los carburantes y los alimentos frescos-. La secretaria general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Almudena Semur, adviritió ayer de que «habrá que estar atentos al avance del precio del petróleo» en los próximos meses. El INE publicará los datos definitivos del IPC de junio el próximo 13 de julio.