La firma textil Cardenal Internacional (Cardinter) ha logrado ponerse de acuerdo con los bancos y con el Gobierno de Aragón --a través de Avalia-- para reconducir su débil situación financiera, pero no con los trabajadores, a los que debe siete nóminas. La plantilla, compuesta por 57 personas, lleva un mes y medio en huelga por los reiterados impagos salariales y sin su participación la compañía no puede normalizar su actividad. Ayer tuvo lugar el último intento para acercar posturas en un reunión celebrada en el SAMA, pero el desencuentro se mantiene.

No estar al corriente de pago de nóminas y Seguridad Social no ha sido un problema para que Cardinter haya logrado un aval de 300.000 euros de la sociedad de garantía recíproca Avalia, dependiente del Ejecutivo autonómico. Este apoyo ha sido clave para que la empresa --en preconcurso de acreedores desde octubre-- haya podido refinanciar su deuda con siete entidades bancarias, una operación, cerrada la semana pasada, que supera los cinco o seis millones de euros, según fuentes conocedoras de la misma. A la morosidad salarial se suma el impago, al menos hasta la semana pasada, de la indemnización de los 39 trabajadores que despidió el verano pasado.

Que en estas condiciones Cardinter haya sido avalada por la DGA ha sorprendido en círculos empresariales, que aluden a la existencia de pymes solventes que todavía siguen pendiente de que Avalía les conceda garantías por cantidades mucho menores.

Así las cosas, los trabajadores de Cardinter están "indignados" con la situación creada, apuntó ayer la responsable de la Federación Química de CCOO en Aragón, Carmen Martínez. "La empresa ha dejado al Gobierno de Aragón en evidencia", afirmó, ya que "no entiende cómo no se forzó a la empresa a llegar a un acuerdo con la plantilla" antes de firmar el aval público y la refinanciación de los bancos.

PROPUESTA "INSUFICIENTE" En la reunión del SAMA, la firma textil apenas varió su propuesta de la semana pasada: el pago inmediato de tres de las siete nóminas que adeuda. La única diferencia es que la fecha para el abono progresivo del resto de cantidades sería el día 5 de cada mes en lugar del día 20, algo que según el comité de empresa es "retroceso".

La parte social reiteró su voluntad de diálogo, pero consideró que la oferta de la dirección de Cardinter es "insuficiente". "No entendemos cómo --el empresario-- no ha hecho un pequeño esfuerzo para intentar llegar a un acuerdo", lamentó Martínez. "Los trabajadores quieren las tres nóminas pero no en esas condiciones", agregó.

La empresa rehusó hacer comentarios, mientras que desde la sociedad pública Avalía confiaron en que la situación pueda reconducirse lo antes posible.