El expresidente de Nissan, Carlos Ghosn, rechazó las acusaciones levantadas en su contra al comparecer ante un juez en su primera aparición pública tras su detención en Tokio, el 19 de noviembre pasado. Ghosn, de 64 años, se presentó en una sala de los tribunales de Tokio esposado, con traje oscuro, camisa blanca y sin corbata, con calzado de plástico y más delgado de lo habitual, de acuerdo con el pool de periodistas autorizados a estar presentes en la sala.

Ghosn está a la espera del juicio, pero la audiencia estaba programada únicamente para ser informado de los cargos en su contra. Está acusado de ocultar presuntamente millonarios ingresos pactados con Nissan a partir de 2011 y de violar supuestamente la confianza de la empresa al utilizarla para cubrir pérdidas financieras personales.

El directivo negó los cargos ante el juez. «Soy inocente de las acusaciones en mi contra (...). He sido acusado injustamente», aseguró Ghosn. «Solo tengo amor y agradecimiento desde el fondo de mi corazón a Nissan. He hecho todo mi esfuerzo en favor de Nissan y he llevado a cabo mis tareas de forma justa, correcta y legalmente», insistió.

Respecto a la acusación de utilizar fondos de Nissan para cubrir pérdidas financieras personales durante la crisis que estalló en 2008, Ghosn dijo que se trató de una asistencia «temporal» y que lo hizo con la condición de que no causara daños a la compañía. Y sobre la decisión de ocultar millonarios ingresos pactados con Nissan, la otra acusación, insistió en que eran compensaciones fijadas para cuando se retirase de la compañía y se optó por no declarar esas sumas después de la revisión hecha por «abogados externos e internos».

En la audiencia judicial, el juez le leyó los cargos y le dijo que está detenido para evitar que se fugue del país o que pueda ocultar pruebas. El magistrado aseguró que teniendo en cuenta que Ghosn tiene residencias fuera de Japón existe un riesgo mayor de fuga del detenido.