Casi el 20% de las hipotecas que se firmaron el año pasado en la zona euro (concretamente el 18,57%) correspondieron a España. Esto significa, que uno de cada cinco euros suscritos en operaciones de préstamos hipotecarios en la Unión Económica y Monetaria Europea (UEM) en 2003 se realizó en España. Esta cifra, advierte el Banco de España, dobla el peso relativo de nuestra economía en la Unión Europea en términos de Producto Interior Bruto. El instituto advierte del peligro que encierra la gran proporción de préstamos suscritos a tipo variable si se produce un aumento del precio del dinero.

Las operaciones nuevas formalizadas en España por los bancos, cajas y cooperativas de crédito en 2003 ascendieron a 8.599,1 millones de euros, lo que equivale a un 18,57% de los 46.304,3 millones concedidos en conjunto por los 12 países de la zona euro. El mayor dinamismo del mercado español de financiación de vivienda queda de manifiesto además en el hecho de que las hipotecas crecieran en España a un 20%, mientras que en la media de la UEM el ritmo de avance fue el 7%.

El supervisor bancario explica en en su último Informe de Estabilidad Financiera que la pujanza de los préstamos para compra o actualización de viviendas ha propiciado un endeudamiento creciente de las familias, "que ya supera la media de la UEM", lo que, unido a los bajos tipos de interés podría, si se produjese una subida significativa y rápida de los mismos o un aumento del desempleo, cambiar la tendencia en la evolución de la morosidad, que se encuentra en mínimos históricos.

Por eso, el Banco de España advierte que una eventual caída de los precios de la vivienda "podría reducir el valor de la garantía que poseen las entidades bancarias".