El consejero delegado de Cajalón, Bruno Catalán, a preguntas de los medios de información sobre si se abren nuevas posibilidades de fusiones en el sector aseguró: "Es una etapa diseñada para tener un crecimiento orgánico por nuestros propios medios. La sede no se ha hecho con ninguna finalidad" en esa orientación y aunque indicó que "no hacemos ninguna mueca a cualquier posibilidad", insistió: "Pero no hay nada". De hecho, reiteró que los procesos de fusiones no son producto de "euforias", sino muy "meditados". El director general de la entidad, Ignacio Bonasa, le puso titular a la idea: "Cajalón no necesita compañeros de viaje. Somos un proyecto en sí mismo", afirmó. No obstante, tampoco cerró puertas: "Si alguien se quiere apuntar estamos abiertos".

Catalán, satisfecho, incidía en que la nueva sede, "va a ser un regalo a la ciudad de Zaragoza", ya que la impronta de sus instalaciones permitirá un uso cultural y congresual.