Cataluña fue en 2012 la tercera comunidad en aportación de recursos tributarios al sistema de financiación autonómica, sólo por detrás de Madrid y Baleares, pero la décima en recursos per cápita recibidos, una vez aplicado el modelo de redistribución vigente, según la Generalitat.

La conselleria de Economía, que dirige Andreu Mas-Colell, asegura que así lo indican los datos sobre la liquidación del modelo de financiación que le ha remitido el Ministerio de Hacienda.

Según estos datos, Cataluña reportó en 2012 al sistema de financiación un total de 17.056 millones de euros, mientras que recibió 16.091 millones, lo que supone un 4,9% menos que en 2011, es decir, 821 millones menos.

Ello se traduce en que cada catalán aportó al sistema 2.271 euros de media, en tanto que recibió 2.143.

El departamento señala que Cataluña se sitúa 19 puntos por encima de la media de las comunidades de régimen común en la contribución de recursos al modelo, mientras que en la posterior redistribución está tres décimas por debajo de la media.

"Se confirma así la tendencia de los años 2010 y 2011, cuando Cataluña también cayó de la tercera a la décima posición", indica el gobierno catalán, que recuerda que la comunidad catalana sólo se situó por encima de la media el primer año de aplicación del modelo de financiación vigente.

Para la conselleria de Economía, los datos de la liquidación de 2012 también evidencian que los mecanismos de redistribución que utiliza el sistema de financiación español fomentan "un reparto arbitrario de los recursos", ya que mientras Cataluña pierde siete posiciones, otras comunidades con una capacidad tributaria muy por debajo de la media han recibido más recursos per cápita que Cataluña.

El Govern destaca además que el Ejecutivo central había anunciado una liquidación del ejercicio 2012 positiva para Cataluña en 729,4 millones de euros, aunque al final la comunidad recibirá 646 millones, es decir, 83,4 millones menos de los previstos, "con el consecuente problema de tesorería y de inseguridad que ello provoca".

En este sentido, la Generalitat lamenta que la liquidación de los recursos se realice con dos años de retraso, lo que obliga a las comunidades a elaborar sus presupuestos con estimaciones no reales.