A pesar de que el consumo en España ha caído más del 20% desde el comienzo de la crisis, según las estadísticas del Consejo Regulador, el cava aragonés vive uno de sus mejores momentos. La consolidación de los mercados exteriores y el posible boicot a los espumosos catalanes, que ha retomado la fuerza perdida el año pasado tras la consulta del 9-N, son las dos claves fundamentales de este auge que se traducirá en más de 750.000 botellas a la venta.

El principal productor de la comunidad es la bilbilitana Bodegas Langa, que este año podría superar el medio millón de botellas y augura la "mejor campaña de la historia". "Las sensaciones son muy buenas porque estamos desbordados", reconoce César Langa, director técnico de la bodega, quien matiza que, si bien las ventas crecerán en volumen, la facturación no. "Hay que tener en cuenta que antes de la llegada de la crisis el cliente compraba el producto más caro, y ahora el que primero se agota es el más barato", reconoce.

EL 60%, EN EL EXTERIOR

Su fuerte apuesta por la exportación, que ya supone el 60% de su negocio, le ha permitido sobreponerse con mayor facilidad a la crisis. "Estamos en toda Europa, China, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos o Brasil, que pronto será uno de nuestros principales mercados", enumera Langa. La decepción este año ha sido Ucrania, país en el que se estrenaba este año la bodega aragonesa. "Nos ha afectado mucho el cierre de fronteras rusas porque están supercontroladas, así como el conflicto bélico. Teníamos una previsión de vender allí 50.000 botellas y se van a quedar en un 10%", lamenta el bodeguero de Calatayud.

Aunque esta campaña no presenta ninguna novedad entre sus productos, Langa puede presumir de tener en el Reyes de Aragón al mejor cava de España del 2013, según la prestigiosa revista del sector Decanter. "Este tipo de reconocimientos ayudan mucho a vender y te posicionan en el mapa", admite.

REGIONALISMOS

Respecto al tema catalán, Langa opina que "la gente está más sensibilizada que en otras ocasiones", pero no le termina de gustar ser la segunda opción. "Nos interesa que la clientela indecisa nos elija porque les gusta nuestro producto, porque lo otro es flor de un día y nosotros intentamos construir a futuro", considera Langa, cuya bodega no ha dejado de crecer durante la crisis.

En la misma línea se expresa Pedro Fatás, gerente de Bodegas San Valero (BSV), en Cariñena, el otro gran productor aragonés de cava con su marca Gran Ducay, que este año aumentará su producción hasta las 230.000 botellas. "Si queremos ser regionalistas con el cava, también deberíamos serlo con el vino, así que ¿por qué beber Rioja?", desafía. "Por otro lado, si a Cataluña le va mal en ventas, también nos afecta", contrapone en referencia a que, desde hace tiempo, BSV surte de materia prima (vino base) a bodegas de la comunidad vecina.

A diferencia de Langa, en BSV el valor de las ventas subirá un 1,5% frente al descenso del 1,2% en volumen gracias a las exportaciones, de las que procede el 80% de la facturación y que "van como un tiro", según Fatás, que cuantifica en un millón de euros la inversión realizada por la cooperativa este ejercicio. Su principal mercado es la Unión Europea, seguida de América y Caribe, con un total de 30 países en todo el mundo.

De manera testimonial, Bodegas Santo Cristo de Ainzón (Campo de Borja) comercializa unas 5.000 botellas concentradas en las fechas navideñas, mientras que Monasterio de Veruela no tendrá producción este año, según fuentes de la bodega.