La decisión de Barclays de abandonar su negocio en España mantiene la inquietud entre los más de 700 empleados que la entidad tiene en Aragón. Así se lo trasladó ayer CCOO al director general de Trabajo del Ejecutivo autónomo, Jesús Divasson, en un encuentro en el que le mostró su "preocupación" ante la posible pérdida de 600 puestos de trabajo. Estos corresponden a la plantilla que el grupo financiero aún conserva en la comunidad (200 personas). Además, peligran otros 400 de un total de 513 empleados que el centro de servicios que Iberalbión (filial de Barclays) tiene en Plaza. El plan de la entidad británica no contempla medidas drásticas en un breve periodo, pero sí un fuerte recorte de la actividad en un plazo de tres años.

La reunión de ayer fue, según el sindicato, "el pistoletazo de salida" para establecer una serie de contactos con partidos políticos, instituciones y otros organismos, si bien no descartó poner en marcha movilizaciones en un futuro. "El anuncio por parte del banco de la venta del negocio en España, sumado a las múltiples noticias y rumores con diferentes entidades que puedan estar interesadas en la operación, deja en la incertidumbre total a los trabajadores afectados", subrayó CCOO.

Por otro lado, el sindicato apunta que Barclays "se ha beneficiado de ayudas públicas, en especial por la adquisición de terrenos en Plaza" con el compromiso de crear empleo. CCOO entregó a Divasson un informe con la evolución del banco en los últimos 10 años y le solicitó un papel activo en este proceso.