El sindicato Comisiones Obreras Aragón ha afirmado hoy sobre los últimos datos del paro registrados por la Encuesta de Población Activa (EPA) que, si bien las cifras son positivas, el ritmo de creación de empleo es demasiado lento y los trabajos que se crean son precarios, temporales y a tiempo parcial.

El número de desempleados en Aragón bajó en 6.000 personas en 2016, con lo que el número de parados situó en 87.800 personas y deja la tasa de paro en el 13,53 por ciento de la población activa de la comunidad, según la EPA publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

CCOO ha valorado esta disminución del número de parados aunque ha advertido de que la mitad del incremento en la ocupación se ha debido a la disminución de activos, por lo que no ha supuesto creación de empleo, ha informado hoy el sindicato en una nota de prensa.

Además, han señalado que a nivel nacional se vive peor situación ya que, según CCOO, la totalidad del descenso del paro se debe a la disminución de la población activa y, además, se han perdido ocupados.

Por otro lado, han recordado que la mejoría producida en este trimestre refleja las contrataciones estacionales realizadas durante la campaña de navidad y las rebajas.

Estos hechos, sumados a la devaluación salarial fomentada por la reforma laboral, hace que encontrar un trabajo sea cada vez menos una garantía para poder llevar una vida independiente o salir de la pobreza, ha juzgado el sindicato.

También han recordado que la mitad de los desempleados llevan más de un año en paro y tienen serios problemas para volver al mercado de trabajo, que la tasa de paro sigue en niveles altos, con unos elevados diferenciales entre sexos y que cada mes son menos los desempleados con cobertura, lo que está generando un aumento "intolerable" de la pobreza y la exclusión social.

Desde CCOO Aragón han considerado imprescindible la puesta en marcha de una prestación de ingresos mínimos que asegure la atención de las necesidades más esenciales a las miles de familias que no tienen otro tipo de ingresos y la mejora del poder de compra de los salarios para fomentar la demanda.

Por último, han instado a avanzar hacia un nuevo modelo productivo que cambie el patrón tradicional de crecimiento de la economía, caracterizado por su bajo valor añadido "con poca presencia de la industria, bajos salarios y empleo inestable y precario".