Los sindicatos de Huesca mostraron ayer su preocupación ante las informaciones que apuntan a que los responsables de Alvisa --en la actualidad, Prefabricados Huesca-- están estudiando el cierre de la factoría que poseen en la capital aragonesa y centrar su actividad en las plantas industriales que tienen en los municipios de Monzón (Huesca) y Zuera (Zaragoza). En este sentido, la secretaria provincial de CCOO en Huesca, Arancha García-Carpintero, exigió a los responsables de la compañía --que hace un año fue adquirida por la multinacional Prainsa-- que "hablen con claridad" del futuro de la planta, en la que trabajan actualmente 136 trabajadores (90 de ellos fijos).

"La empresa no ha realizado ninguna comunicación oficial. De hecho, hace unos días se reunió con el comité de la planta y no comentó nada acerca de este asunto. Por ello, todo lo que se sabe es por rumores", destacó la representante sindical, que instó a la empresa a "sentarse" en una reunión con los sindicatos para aclarar el tema, "en especial, a los trabajadores, que pueden ser los principales afectados", añadió. En este sentido, la compañía está realizando un estudio de viabilidad, ya que cuenta con tres plantas en un radio de 100 kilómetros, siendo la de la capital oscense la más antigua. El resultado del mismo se conocerá en unas semanas.

No obstante, ante la inquietud que han suscitado los rumores del posible cese de actividad, García-Carpintero señaló que, de producirse el cierre, "nuestros esfuerzos se van a concentrar en la defensa de los derechos de los trabajadores así como en el mantenimiento de todos los puestos de trabajo y, a ser posible, en Huesca". De esta forma, hacía referencia a la posibilidad de que los empleados fuesen trasladados a las factorías del grupo en Monzón y en Zuera.

En cuanto a las razones que han podido hacer surgir todos estos rumores, desde fuentes sindicales se apuntó la caída de la demanda registrada por el producto que fabrican en Huesca y que no producen en el resto de factorías que tienen en la comunidad.

Asimismo, la representante sindical incidió en la necesidad de defender el tejido industrial en la provincia altoaragonesa, que ya se había visto afectado por las crisis de los últimos años. "Sin industria no se puede vivir, se trata de un sector fundamental para que Huesca siga creciendo. De lo contrario, corremos el riesgo de ser una provincia que tenga como único elemento de desarrollo el turismo", añadió.