Ignacio Fernández Toxo y Pepe Álvarez no van a prolongar sin límite de tiempo el diálogo con la CEOE y Cepyme y van a poner fecha para dar por cerrada la negociación de un acuerdo global sobre convenios. Los líderes de CCOO y UGT quieren llegar al Primero de Mayo con una posición de fuerza y lanzar este órdago a las organizaciones empresariales para determinar si este año es posible el pacto. Si no es posible, llevaran la confrontación a las empresas y avisan que aumentaran la conflictividad laboral.

Los líderes sindicales no ven razones que justifiquen la parálisis de la negociación tanto con los empresarios como con el Gobierno. Hace un mes CEOE y Cepyme acordaron una propuesta en la que se aproximaban a la petición sindical de subida de salarios e introducía el polémico tema de que las mutuas den las bajas y altas laborales. Los sindicatos les ofrecieron su alternativa. Pero más allá del cruce de cartas y declaraciones públicas, no habido ningún contacto. «Quien piense que esto puede estar en el limbo, se equivoca», dijo ayer Toxo en la rueda de prensa de presentación del manifiesto y movilizaciones del Primero de Mayo.

Las centrales consideran que el calendario político (el debate de los Presupuestos del Estado y, sobre todo, el congreso del PSOE) es utilizado como excusa por las organizaciones empresariales para dejar pasar el tiempo y que no haya un acuerdo global de referencia para la negociación de los convenios de empresa y sectoriales. Hay siete millones de trabajadores pendientes de esta negociación. Si esta se frustra hay que ir a una negociación en cada centro de trabajo y eso envía un mensaje de «incertidumbre», indicó Toxo.

CONFLICTIVIDAD / La falta de un acuerdo que, según el líder de UGT, es «bueno para los trabajadores y las empresas», provocara «conflictividad y un calvario» para las organizaciones empresariales, advirtió Álvarez. Si tras la festividad de este lunes no se produce algún cambio, las centrales no descartan fijar una fecha para cerrar este capítulo y volverá intentarlo en otoño con el fin de que haya un acuerdo para el 2018.

Para los sindicatos la economía real que afecta a los ciudadanos debe beneficiarse del momento de recuperación de la economía de que presume el Gobierno.