Las ventas de cemento en España se han desplomado un 75% desde el 2007, lo que ha provocado el cierre sucesivo de plantas productoras de este material básico de la construcción y, en consecuencia, cientos de despidos. En medio de esta debacle, la cementera de Morata de Jalón, propiedad de la multinacional Cemex y la única que hoy funciona en Aragón, ha resistido el impacto de la crisis gracias a su productividad, manteniendo casi intacta su plantilla, de 125 personas. Esto ha sido posible en buena medida por la eficiencia energética, sobre todo por el creciente uso de combustibles alternativos (restos de basura y biomasa) para calentar el horno cementero, clave en esta industria. Así, su uso ya supone el 52,7% de todo lo que quemó la planta en lo que va de año, el doble que hace dos años (26,8%) y 16 puntos más que el 2012 (36,2%).

Estos incrementos han ido en detrimento de la quema de derivados de petróleo (coque), lo que reduce la emisión de CO2 y permite un importante ahorro de costes. Y en esa línea seguirá trabajando la cementera en los próximos años, gracias a la autorización dada hace solo tres meses por la DGA para emplear residuos no peligrosos como combustible, un proceso conocido como valorización energética.

A la quema de biomasa que se venía haciendo desde hace años, se suma ahora el aprovechamiento de este desecho que Cemex ha bautizado como enerfuel. Es suministrado por plantas de tratamiento de basuras --tras separar restos orgánicos, PVC y metales-- y se compone de un 35% de plásticos, un 30% de papel y cartón, un 20% de madera y un 15% de textil.

La introducción de la valorización energética en Morata ha sido decisiva para garantizar el futuro de la instalación. Así lo destacó ayer Francisco Iniesta, director de Operaciones de la compañía en Aragón, durante una visita a la planta, junto al director de la misma, José Luis Lorén. Es más, la no aplicación de este sistema "hubiera supuesto un factor de riesgo de cara al futuro", afirmó Iniesta, que recordó que Aragón era la única comunidad que no permitía en su legislación este procedimiento.

PLAN HORIZONTE Cemex defiende que el aprovechamiento de estos residuos no peligrosos como fuente de energía le permite reducir las emisiones de CO. Pese a ello, este sistema es visto con recelos por ciertos grupos ecologistas, como la Asociación Jalón Vivo, que recurrieron sin éxito la autorización de la DGA.

El sector del cemento sigue sin tocar fondo a pesar del derrumbe sufrido ya. En los cinco primero meses del año la facturación de Cemex cayó un 24%. Para hacer frente a esta situación, la multinacional mexicana impulsa desde el pasado año una nueva estrategia (Plan Horizonte) basada en tres puntos: concentrarse en los mercados donde tiene más presencia --como Aragón--, cambiar el modelo operativo y paralizar la actividad de alguna fábrica --un 20% menos de plantilla--. El centro de Morata, sin embargo, tan solo ha perdido una docena de empleados durante la crisis. Y es una de las cuatro cementeras integrales que le quedan a Cemex en España y la única con que cuenta en la demarcación comercial de Aragón y Cataluña. "No es casualidad que esta fábrica aguante: lo que prima es la eficiencia", concluyó Iniesta.