Los destinos de CEOE y Cepyme Aragón parecen converger hacia una unidad de acción con la vista puesta en su futuro a medio y largo plazo. Las dos organizaciones tienen previsto iniciar conversaciones con el objetivo de generar sinergias en beneficio de las compañías aragonesas que representan. Este cambio de escenario se produce en plena crisis del covid, cuyos efectos se han reflejado de forma muy acusada en las empresas de la comunidad.

Los contactos no se han iniciado todavía pero el compromiso de las patronales aragonesas parece firme después de que el presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita, y su homólogo en CEOE, Ricardo Mur, así lo acordaran tras un encuentro mantenido recientemente. El objetivo es articular políticas comunes y fijar una hoja de ruta.

«Aunque se trata de dos organizaciones diferentes, estamos condenados a entendernos para desarrollar políticas empresariales que beneficien a las pymes y a las grandes empresas» de la comunidad, subrayó a este diario López de Hita, que hace apenas unas semanas cedió al testigo en Cepyme Zaragoza a la nueva presidenta María Jesús Lorente. El máximo responsable de las pymes parece empeñado en dejar el horizonte despejado en la patronal que todavía preside y abandonar los desencuentros que esta organización ha tenido con CEOE Aragón en el pasado.

Mientras, Mur evitó hacer declaraciones al respecto, a pesar de que este diario trató de conocer su postura ante este nuevo escenario. Lo que parece claro es que para Cepyme ha llegado el momento de dar un paso adelante. «Hay buena disposición para llegar a acuerdos, es algo lógico en lo que vamos a trabajar. Lo que hay que ver es cómo vamos a colaborar», explicó López de Hita. «Somos organizaciones potentes con implantación en el territorio y tenemos la obligación de buscar puntos en común» , añadió.

Objetivo común

Por tanto, CEOE y Cepyme parecen estar dispuestas a aunar esfuerzos, entre otras cuestiones, para presentar a Aragón como un destino fiable y con estabilidad política e institucional con el fin de lograr atraer futuras inversiones empresariales. Ese es, precisamente, uno de los activos en los que el Gobierno de Aragón ha incidido en los últimos años para hacer atractivo el territori. Así, la paz social tejida entre los agentes sociales y el Ejecutivo de Lambán puede tener su prolongación en las patronales aragonesas, que tuvieron la oportunidad de fusionarse en el 2016. Pero entonces todo quedó en nada. De hecho, se abrió una brecha entre ambas organizaciones que López de Hita y Mur parecen estar dispuestos a cerrar por el bien común.

Los desencuentros parten del nacimiento, en febrero del 2016, de la nueva CEOE Aragón, heredera de CREA y que integraba a CEOE Zaragoza. Uno de los objetivos que trazaron el entonces presidente de la patronal, Fernando Callizo, y Ricardo Mur --que ese año estaba al frente de la organización en Zaragoza-- era absorber a Cepyme. Pero todo acabó mal y las organizaciones se distanciaron, aunque siempre aseguraron que las relaciones eran buenas. «Hubo contactos para la unión de todos aunque entonces quisimos abarcar mucho, echamos todos los ingredientes a la vez, y el cocido se estropeó», dijo entonces Callizo.

La alianza en CEOE Aragón se produjo tras una crisis económica que arrasó con muchas empresas de la comunidad y dejó maltrechas las cuentas de la patronal, lo que llevó albergar en un mismo edificio (la sede de Ranillas) a CEOE. El personal, los proyectos y la gestión pasó a ser solo una, pero la inclusión de Cepyme Aragón no se produjo. Hoy, cinco años después, con otra crisis, hay una nueva oportunidad.