Las grandes superficies en Zaragoza abrirán sus puertas este año un total de diez festivos: nueve domingos y un día no laborable a nivel nacional. Sin embargo, muchos de los trabajadores del sector preferirían colgar en sus escaparates el cartel de cerrado por domingo. Así lo expresó ayer un centenar de empleados del comercio en las calles de la capital aragonesa en una marcha convocada por UGT, CCOO y OSTA.

M.O. y A.C. llevan 14 y 21 años, respectivamente, trabajando en Alcampo. Tienen marido e hijos y se quejan de que sus contratos de lunes a domingo no les dejan conciliar su vida laboral y personal. «Los domingos y festivos son obligatorios. A cambio nos dan un día libre entre semana pero así no podemos conciliar», destacan, aludiendo también a la escasa contraprestación económica. «Recibimos 15 euros más al mes por trabajar los domingos», se lamentan.

Las condiciones tampoco son mejores en Eroski. Una trabajadora, que prefiere no dar su nombre, señala que es «injusto trabajar obligatoriamente los domingos». También piensa que así «es imposible compaginar la vida familiar y laboral». Además, explica que «no es necesario» abrir los festivos porque las tiendas «cada vez tienen un horario más amplio» que permite comprar casi «en cualquier momento».

Otra empleada de Mediamarkt denuncia que los trabajadores del sector «están perdiendo todos los derechos» y señala a las grandes superficies como «culpables». «Abrir en festivo comercios de electrónica o ropa no es una necesidad», subraya, a la vez que recuerda que ella cobra «30 euros más por festivo que la empresa reparte en las nóminas a su antojo».

Un trabajador de La Plaza de Día pone de manifiesto que la apertura de domingos y festivos no es el único problema del sector. «Mis amigos ya no cuentan conmigo cuando quedan porque ya saben que me cambian los turnos de un día para otro», indica este empleado que se puso a estudiar y tuvo que dejarlo porque no podía organizarse.

Reconoce el «miedo a denunciar» y la «impotencia» de no poder demostrar «la precariedad» en la que viven. Recuerda que tiene compañeras que no pueden reducirse la jornada laboral cuando son madres debido a los «bajos salarios» que oscilan «entre los 800 y 900 euros».

Por su parte, los sindicatos UGT, CCOO y OSTA exigen al Gobierno autonómico la aplicación del artículo 71 del Estatuto de Autonomía para anular las aperturas de grandes superficies, centros comerciales y supermercados en domingos y festivos. Consideran que «perjudica al pequeño comercio» y «no contribuye a la creación de empleo, sino a un detrimento de las condiciones laborales del sector».