China y EE.UU. acordaron por teléfono seguir adelante con la puesta en marcha del acuerdo comercial parcial que ambos países alcanzaron a principios de este año, informó hoy el Ministerio del comercio asiático en un comunicado.

Según la cartera, el viceprimer ministro de China, Liu He, mantuvo "conversaciones constructivas" con el representante de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Lighthizer, y con el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, en las que también acordaron "fortalecer la coordinación de políticas macroeconómicas".

"Las dos partes mantuvieron un diálogo constructivo y acordaron crear las condiciones y la atmósfera necesarias para seguir impulsando la puesta en marcha del acuerdo comercial de primera fase firmado", agrega el escueto comunicado.

El pasado jueves, el mismo ministerio anunció que los dos países mantendrían conversaciones telefónicas para evaluar los progresos del pacto comercial parcial, encuentro que debió tener lugar el pasado 15 de agosto y que fue pospuesto.

Según el pacto "de primera fase" firmado en enero de 2020, las dos partes se comprometieron a mantener reuniones cada seis meses para evaluar si se estaba cumpliendo correctamente.

No obstante, el presidente estadounidense, Donald Trump, llegó a dar por "canceladas" las conversaciones comerciales entre ambos lados la semana pasada, lo cual despertó dudas de si el acuerdo alcanzado este año seguiría vigente.

El pacto fue calificado por Trump en enero como "revolucionario" y supuso el inicio de la tregua entre ambos países tras más de 18 meses de guerra comercial.

Esta primera fase implicó la reducción de los aranceles de EE.UU. del 15 % al 7,5 % a importaciones chinas por valor de 120.000 millones de dólares, aunque mantiene intactos los del 25 % a otro grupo de importaciones que suponen 250.000 millones de dólares.

Aranceles en vigor

Trump indicó que los aranceles se mantienen en vigor como elemento de "negociación" de cara a la segunda fase del pacto.

Por su parte, China se comprometió a recortar a la mitad los aranceles a las importaciones estadounidenses por valor de 75.000 millones de dólares.

Sin embargo, la pandemia de coronavirus ha puesto en riesgo los compromisos adquiridos por Pekín de aumentar las compras de productos de EE.UU. hasta los 200.000 millones de dólares en los dos próximos años.

La escalada en la guerra comercial entre las dos mayores economías mundiales ha tenido profundas consecuencias más allá de sus fronteras.