Francisco Comín, catedrático de la Universidad de Alcalá, explicaba en un interesante artículo en El País hace unos años que la recesión sufrida por España durante la Gran Depresión fue similar pero menos profunda a la de otras democracias europeas. Los problemas de la economía española, apuntaba, eran estructurales, no coyunturales, y se vieron agravados por la autarquía impulsada por Franco tras ganar la guerra en 1939. Provocó una fuerte crisis económica: "Esta fue la auténtica Gran Depresión española del siglo XX".

Valga de ejemplo de cómo los ciclos económicos españoles han ido desacompasados respecto a los de las principales potencias europeas en muchas ocasiones. Venía la idea ayer a la cabeza al ver cómo la bolsa española se desmarcaba de los mercados bursátiles del continente.

¿Está España, a ojos del mercado, en una situación diferente a la de Francia, Italia o incluso Alemania? Sobre la recuperación de las dos primeras, pesan serias dudas. No así sobre la economía germana, pero las sanciones entre Europa y Rusia le pueden pasar factura. El índice alemán de confianza inversora cayó ayer de 27,1 a 8,6 puntos, su nivel más bajo en 20 meses.

Así las cosas, mientras la mayoría de las bolsas europeas caían, el Ibex 35 subió el 0,47%, a los 10.241,5 puntos, y la prima de riesgo cayó a 142 puntos básicos. Pero, ojo, la economía española sigue en una situación delicada y, sobre todo, dependiente del resto de Europa.