Cientos de jubilados convocados por los sindicatos UGT y CCOO rodearon ayer la sede central del Banco de España en Madrid en contra del «robo» de las pensiones y exigiendo la derogación de la reforma del 2013 para que vuelvan a revalorizarse conforme a la inflación. Mariano Corleone nos roba las pensiones o Nos roban, nos roban las pensiones fueron algunos de los lemas más coreados durante la hora que duró la movilización de alto contenido simbólico en defensa del sistema público de pensiones. Las sedes de las tesorerías de la Seguridad Social en una cincuentena de poblaciones españolas también registraron concentraciones ante sus accesos.

Los sindicatos exigen pensiones «dignas», con una revalorización vinculada al índice de precios al consumo (IPC) frente al que consideran «regalo coyuntural y oportunista» planteado por el Gobierno y vinculado, además, a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Precisamente ayer, la Comisión de Presupuestos del Congreso debatía la subida de las pensiones del 1,6% pactada entre el Gobierno y el PNV para el 2018, así como la ampliación de la base reguladora de las pensiones de viudedad y el retraso de la entrada en vigor del factor de sostenibilidad para el 2023.

Los manifestantes de Madrid afearon el papel del Banco de España en el pasado, ya que la institución ha hecho reiteradas recomendaciones de reformas laborales «de carácter restrictivo de derechos», sin hacer autocrítica de su papel en la crisis.

La secretaria de Empleo de UGT, Mari Carmen Barrera, exigió que el sistema de pensiones goce de una especial protección legislativa, de forma que no pueda reformarse con una mayoría absoluta de un solo partido.

En Aragón, los sindicatos CCOO y UGT quisieron apoyar el acto central de Madrid con una concentración en la plaza España de Zaragoza que reunió a decenas de jubilados en defensa de unas pensiones «dignas». En declaraciones a los medios, el líder de UGT Aragón, Daniel Alastuey, tildó las subidas anunciadas recientemente por el Gobierno del PP de «insuficientes, oportunistas y coyunturales». En este sentido, abogó por sacar las pensiones de la «discusión política coyuntural» y exigió que los pensionistas no se utilicen «permanentemente como reclamo electoral».

Por ello, Alastuey reclamó un «amplio consenso» político para apuntalar el futuro del sistema y reivindicó el Pacto de Toledo como el mejor foro para hacerlo. «Debe ser algo garantizado en la Ley de Seguridad Social», apuntó el líder de CCOO Aragón, Manuel Pina. Ambos exigieron la derogación de la reforma del 2013, que, recordaron, fue una «imposición» del Gobierno del PP.