Con más de 30 años de experiencia en comercio exterior, Oleohidráulica Ferruz es un alumno aventajado del sector industrial de Aragón. Esta empresa familiar es uno de los mayores fabricantes españoles de cilindros oleohidráulicos, un producto con múltiples aplicaciones con el que han sabido llegar a los países más diversos. Esta firma de capital 100% aragonés es un ejemplo en materia de exportación, gracias a la cual ha logrado esquivar los rigores de la crisis española. No en vano, el 70% de sus ventas procede en estos momentos del exterior, una apertura de fronteras que combina con la apuesta por la innovación y el desarrollo de nuevos procesos de fabricación.

La fábrica de cilindros es el origen y el principal negocio de lo que hoy es el grupo empresarial Ferruz, que integra a otras dos prósperas sociedades: FD7 Tyres & Axles, dedicada a la comercialización de neumáticos, ejes, suspensiones y otros componentes; y FM5 Industrial Development, que se centra en la innovación, diseño, desarrollo y fabricación de maquinaria. La compañía fue fundada por José Felipe Ferruz Blasco en el 1954, de manera que este año cumple 60 años de dedicación industrial. "En todo este tiempo la empresa siempre ha ido in crescendo", destaca el director gerente, José Luis Ferruz, que es socio de la misma junto a su hermano Jesús Carlos. Es la segunda generación que está al frente de esta firma familiar y la tercera generación ya ocupa puestos de responsabilidad dentro del grupo. "La continuidad está trazada", se enorgullece José Luis.

Esta empresa fabrica una gran cantidad y variedad de cilindros telescópicos frontales y ventrales, de simple y doble efecto para aplicaciones especiales, así como un completo número de componentes hidráulicos capaces de cubrir el más amplio rango de capacidades de elevación de 2 a 60 toneladas. Este producto es destinado principalmente a maquinaria agrícola, equipos de transporte, máquina-herramienta, industria naval y maquinaria de obra pública. La firma zaragozana dispone además de una amplia red comercial que le permite una atención completa a los clientes, tanto nacionales como internacionales. "El abanico de posibilidades es inmenso", señala el director general.

Argelia, primer destino

La depresión económica vivida en España en los últimos años no ha frustrado su senda de progresión. "Hemos capeado la crisis muy bien gracias al importante peso que las exportaciones tienen en nuestras ventas", apunta. Para amortiguar la caída de la demanda nacional, la empresa ha intensificado su perfil como proveedor internacional. Así, antes de la recesión, las ventas al exterior suponían el 40% de su facturación total, mientras que ahora llegan a representar el 70%, casi el doble. La fortaleza financiera de la compañía también ha jugado a su favor en estos tiempos de restricción financiera. "Hay que ahorrar para poder invertir y superar duros momentos como los sufridos en la economía española".

De esta manera, la facturación de la compañía se situó en el 2013 en 17 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 7% respecto al ejercicio anterior. Para este año, las previsiones son optimistas y apuntan a un nuevo repunte de ventas que podría situarse en el 5%.

La proyección exterior de Oleohidráulica Ferruz no es algo nuevo. Su primera venta en el exterior se produjo 1979, con la firma de un contrato en Argelia. "Fuimos prematuros. Vimos que teníamos muchas posibilidades", explica José Luis. A este mercado pronto se sumó Túnez. Y unos años después, en el 1983, la compañía aragonesa cruzó el charco hasta Centroamérica. "Fue un salto importantísimo", subraya. Actualmente, exporta a 17 países situados geográficamente en puntos muy diversos, desde el centro de Europa al norte de África, Canada o Australia.

Otro de los fuertes de la empresa es su polivalencia en la fabricación de cilindros para diferentes aplicaciones, desde un pequeño equipo de freno hasta uno de grandes dimensiones para la compuerta de un ferry. "Estamos preparados para producir todo tipo de tamaños y de muy pocas series, incluso hacer una única unidad", resalta José Luis. De hecho, solo el 30% de cilindros que fabrica son en serie, el resto son a medida. La diversificación tiene sus inconvenientes, según José Luis, porque "en todo momento tienes que estar cambiando series y tener equipamiento manual para pequeñas producciones, pero es lo que nos ha permitido mantenernos al 100% de capacidad". El principal destino de la producción de Oleohidráulica Ferruz es actualmente el equipamiento de maquinaria agrícola, que representa el 60% del total.

Plantilla y ventas

La empresa fabrica 30 veces más que hace tres décadas, cuando se inició en la exportación, mientras que la demanda de cilindros hidráulicos en el mercado nacional solo se ha multiplicado por cinco. En conclusión, "nuestra única salida estaba en el comercio exterior", remarca. En este tiempo, la plantilla de la compañía se ha duplicado hasta llegar a los 68 trabajadores actuales, de los que 10 son titulados superiores y el resto empleados especializados en procesos de mecanización.

La fábrica histórica de Oleohidráulica Ferruz se encontraba en la calle Castellar (barrio de San José), pero en 1979 se traslado a la carretera de Castellón (Camino de Enmedio). Entre esta planta y el almacén de material que tiene en el polígono Malpica, la empresa suma unas instalaciones de 20.000 metros cuadros de superficie.

"Tenemos un futuro muy esperanzador que pasa por seguir centrados en la exportación", asegura el director gerente. Por ello, la empresa está adherida al programa Market Developer de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, que ayuda a desarrollar estrategias de venta e implantación en otros países. "Europa es nuestro mercado natural y es donde más esperamos crecer", agrega.

José Luis Ferruz está convencido del valor de la exportación, pero recuerda que es una tarea "complicada" que requiere de constancia e inversión. "Lo que tiene que tener en cuenta la industria aragonesa es que tenemos un potencial importante de producción ante cualquier competidor mundial y debemos creer en ese potencial. Somos competitivos y creo que tenemos una fuerza humana muy especializada", defiende.