EL JUEZ ha aceptado que el banco pague unos 2.000 millones de euros a un grupo de accionistas de WorldCom que le hacían responsable del enorme fraude contable en sus cuentas --equivalente a 8.500 millones-- que llevó a la quiebra a la empresa, que ahora se llama MCI. Era la última cuenta pendiente de Citigroup por estos escándalos. EP