En el último momento y gracias al apoyo de CiU y PNV, el Gobierno sacó ayer adelante el objetivo de estabilidad presupuestaria para el periodo 2005-2007 y el techo de gasto para los Presupuestos del año que viene. Al margen de las negociaciones que el Gobierno ha mantenido con CiU y PNV, el compromiso del vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, de negociar con cada comunidad autónoma su estabilidad presupuestaria, fue definitivo. El propio Solbes, anunció que la reforma de la ley de estabilidad incluirá una discusión individual del Estado con cada comunidad autónoma en el futuro.

Mientras que el acuerdo con CiU se materializó en una proposición no de ley que se dejó ultimada el lunes por la noche, en el caso del PNV las negociaciones para lograr el consenso, se extendieron a lo largo de toda la mañana y no se cerraron hasta la hora del almuerzo de ayer. El vicepresidente del Gobierno llegó al Senado, pasadas las 15.45. sin tener claro qué iba a votar el PNV.

En la cámara alta, el PP tiene mayoría y hubiera bastado la abstención de los vascos para que el proyecto hubiera vuelto no al Congreso, sino al Consejo de Ministros. Pasado un mes hubiera tenido que volver a enviarlo al Senado. ¿Qué hubiera pasado después de seguir encallado en el Senado? "La ley no lo explica", dijo ayer Solbes, que pretende arreglar estas incertidumbres en la próxima ley de presupuestos.

PAGO POR EL APOYO A cambio de su apoyo en el Senado, CiU ha conseguido del PSOE que se recoja en una proposición no de ley que se votará hoy la independencia financiera de la autonomías, entre otros. Por su parte, fuentes del PNV aseguraron que el apoyo prestado "no se ha medido en términos de dinero, sino de respeto escrupuloso al concierto vasco".