Las rebajas, además de llegar en verano a los escaparates de las tiendas, también se instalan en las condiciones de los trabajadores cuyo pico de actividad se desarrolla en el periodo estival. Natalia trabaja en la limpieza de edificios y locales, un sector ocupado en un 84% por mujeres y en un 60% por jornadas parciales. Tiene un contrato fijo discontinuo, lo que significa que trabaja diez meses al año y los dos restantes tiene que estar en el paro, y trabaja cinco horas al día para cobrar un sueldo al año de 8.000 euros. Asegura que el sector está en plena negociación del convenio marco y la patronal no va a respetar la subida del 3% de los salarios contemplada en el Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) firmado recientemente por los sindicatos y los empresarios.

María, por su parte, trabaja como monitora de comedor en colegios públicos, un puesto representado en un 99% por mujeres, y asegura que el contrato medio del sector “en el mejor de los casos llega a las dos horas diarias”. También tiene un contrato fijo discontinuo por el que gana 3.000 euros anuales y en los meses no lectivos cada año se vuelve a ver en la calle. “Lo peor es que la Administración Pública lo sabe y nos da la espalda”, ha asegurado esta empleada. Natalia y María representan dos caras de una misma cruz: la precariedad laboral en periodos estivales. Un problema al que se suman los trabajadores del sector de la hostelería, el comercio, la limpieza y los becarios, entre muchos otros.

Para atajar la precariedad laboral, el sindicato CCOO ha lanzado la página web 'Agencia del Trabajo Decente', un canal de comunicación digital en el que las profesionales que trabajan en condiciones precarias puedan consultar sus dudas, los diferentes convenios colectivos, los derechos de los becarios y un diccionario que busca desenmascarar condiciones poco deseables bajo un “nuevo lenguaje edulcorado” con conceptos cada vez más utilizados como ‘minijob’, ‘uberización’ y ‘freelance’. En el marco de la campaña ‘Summer War’ y bajo el lema ‘Si tú no descansas en verano, CCOO tampoco’, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha presentado este jueves esta herramienta para combatir “el problema más importante” junto con la elevada tasa de paro.

La realidad es que a finales del 2017 un 21,6% de los hogares españoles vivía con una renta anual que les situaba por debajo del umbral de la pobreza. En este contexto, la tasa de parcialidad alcanza su máximo exponente en el sector femenino, y en concreto en las empleadas del hogar, en el que un 57,6% de las ocupadas tiene este tipo de contrato, seguidas de las empleadas de servicios auxiliares (42,9%) y las empleadas de hostelería (32%). En total, en el 2017, 2.086.900 mujeres trabajaron con contratos a tiempo parcial frente a 752.000 hombres, lo que demuestra que la precariedad se ceba entre el sector femenino.

"La música suena bien pero falta la letra"

Otro de los colectivos más precarizados son los jóvenes, ya que la tasa de temporalidad de los menores de 29 años alcanza el 57% y la renta media de los menores de 35 ha caído un 25% desde el 2008. Muchos de ellos, trabajan como becarios durante el verano -concretamente 80.000 en España, según ha cifrado el sindicato- con unas condiciones que “esconden fraudes de ley” y que serían más propias de un contrato de prácticas. Si bien fuentes de CCOO han aplaudido el anuncio que hizo el presidente Pedro Sánchez hace unos días de crear un Estatuto del Becario para regular los programas del colectivo, su secretario general ha criticado que “la música suena bien pero le falta la letra”.