Los responsables de líneas aéreas de bajo coste como Ryanair y Air Berlín aseguran que una gran parte de su pasaje son ciudadanos de distintos países europeos que visitan España, donde tienen una segunda residencia en propiedad. Antes la utilizaban casi exclusivamente en la época estival, pero ahora han incrementado sus periodos de estancia, en buena parte por el cambio que se ha operado en el transporte aéreo: no sólo es más barato, sino que los billetes no están ligados a reservas hoteleras ni a paquetes de turoperadores.

El mayor turoperador europeo, el grupo alemán TUI, es uno de los más perjudicados por los nuevos competidores. Air Berlín, con nueve millones de pasajeros, es la primera línea que opera en el aeropuerto de Son San Joan, en Palma de Mallorca.