El azote del pedrisco, las heladas, las inundaciones y la sequía convierten a Aragón en una de las regiones más afectadas por estos fenómenos. Así, en el pasado ejercicio, la climatología provocó siniestros en 53.959 hectáreas, repartidas en 669 municipios de los 832 que componen la comunidad.

Los efectos del clima han castigado históricamente a Aragón de forma severa, lo que, en tiempos pasados, llegó a provocar la emigración de los agricultores de las comarcas más castigadas. De esta forma, en la última década, la climatología ha dejado un balance de 132.000 declaraciones de siniestro en las producciones agrícolas de la comunidad. A ellas hay que añadir otras 87.000 que se han dado en el sector ganadero.