El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Sebastián Albella, se ha opuesto este lunes a la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras, como se ha planteado el Gobierno. "La posición de la Comisión ha sido siempre que solo tendría sentido en la medida en que fuera implantado a la vez y coordinadamente en toda Europa", ha defendido.

El máximo dirigente del organismo supervisor, nombrado a propuesta del anterior Gobierno del PP, ha recordado que el tributo está en debate en el continente desde hace casi diez años y ha sostenido que la posición de la CNMV sobre el mismo no ha variado desde entonces. "Esa posición en estos momentos tiene más sentido que nunca porque se ha acrecentado el nivel de competencia entre los mercados y las plazas financieras", ha argumentado.

Albella ha advertido al Ejecutivo que la aprobación del impuesto podría tener unos efectos negativos "especialmente marcados" y ha desvelado que ya ha trasmitido al Gobierno su posición. "Es verdad que Italia y Francia establecieron unilateralmente el impuesto. Pero creo que no están satisfechos de haberlo hecho y que lo hicieron en un momento en que el nivel de competencia era inferior. Me parece que estos países son los que más interesados estarían en que nosotros sumásemos", ha mantenido.

NINGUNA INICIATIVA

En un acto sobre educación financiera, el supervisor también ha querido pedir al sector de las sociedades de inversión colectiva (sicavs) que esté “tranquilo”. “No me consta que haya ninguna iniciativa relacionada con el mismo que supongo un cambio relevante”, ha asegurado, pese a que Podemos, el socio del Gobierno para tratar de sacar adelante los presupuestos del 2019, tiene su reforma como uno de sus estandartes.

Albella, en este sentido, ha dejado claro que no apoya ningún cambio en su tratamiento. “No supone un elemento diferencial frente a otros países. El ahorro y los servicios financieros fluyen de modo muy fácil por Europa. Lo bueno sería que desapareciera completamente la incertidumbre y que el sector pudiera retornar el desarrollo que tuvo en años pasados”, ha reclamado.

El sector, ha explicado, consta de unas 3.000 sociedades que gestionan un patrimonio de unos 30.000 millones de euros. “Esas 3.000 sicavs han contribuido a la masa crítica de la industria financiera española, a que tenga 'know how', a que haya profesionales con buena formación en ese ámbito. Suponen 3.000 auditores, 3.000 abogados, etc”, ha esgrimido.