Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) movió ayer ficha en el conflicto que mantiene por el cierre de las plantas embotelladoras al mejorar las condiciones para los despidos, pero no abandonó la idea de dejar inactivos los centros de trabajo de Fuenlabrada (Madrid), Colloto (Asturias), Palma de Mallorca y Alicante. Esta es la principal razón por la que CCOO rechazó la propuesta que se produjo tras varios días de huelgas y movilizaciones y una campaña de boicot al consumo de este refresco.

El nuevo paquete de medidas supone reducir el número de afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) de 1.253 a 1.190 trabajadores. Las bajas laborales se realizarían mediante prejubilaciones para los trabajadores de 56 años o más en los centros afectados, a las que podrán acogerse también aquellos de 57 o más edad de otros centros.