El comercio minorista de la comarca del Aranda busca una tabla de salvación que ponga freno a la pérdida de tejido en el sector. La despoblación, el envejecimiento, la proximidad del foco de atracción de Zaragoza y la reciente crisis del calzado son algunos de los desencadenantes de esta situación.

Todos estos factores aparecen reflejados en el Plan de Acción Comercial de la Comarca del Aranda, un documento que ayer presentó la Confederación de Empresarios de Comercio de Aragón (CEMCA) y con el que se pretende identificar las carencias y oportunidades del sistema comercial, así como promover medidas que reactiven un sector ávido de alternativas. Los propios comerciantes reconocen que el resultado económico de los últimos años fue "estable y decreciente" (ver gráfico).

Esta comarca, con una población de 8.000 habitantes y 13 municipios (diez de ellos con menos de 500 ciudadanos) representa, a juicio del presidente de la CEMCA, Carlos Murillo, "el paradigma de las comarcas que se enfrentan a la caída del tejido comercial" y vive "una de las situaciones más preocupantes de la provincia de Zaragoza". Una de las consecuencias más graves es que los pequeños núcleos se puedan quedar sin comercio, según reconoce Murillo, y que el plan tratará de atajar en los próximos cuatro años.

PROXIMIDAD A ZARAGOZA La cercanía a Zaragoza representa una de las causas y de los lastres para la recuperación del sector, ya que gran parte del gasto se desvía a la capital e incluso a Calatayud, principalmente en el textil. Por ello, Murillo apuesta por la "imaginación" para atraer consumidores, a través del complemento del ocio y del turismo. En este sentido el presidente de CEMCA pide al Gobierno aragonés que reduzca la apertura de grandes superficies en días festivos y continúe la moratoria de aperturas. Además reclama planes de apoyo sectoriales y una mayor profesionalización.

Según se recoge en una encuesta realizada a los consumidores de la comarca, el 72% afirma desplazarse en algún momento a otros municipios (Calatayud y Zaragoza). Así, el gasto evadido hacia estos núcleos representa entre el 25 y el 50% de las compras totales.

El director general de Comercio del Gobierno de Aragón, Juan Carlos Trillo, apuntó que uno de los objetivos es "limitar la evasión del gasto, a través de la creación de infraestructuras más potentes en las comarcas", si bien reconoció la influencia de Zaragoza como foco comercial.

A la despoblación y el envejecimiento se suma como factor de deterioro comercial la crisis del calzado, que perdió en el 2002 un 17% del empleo (de 2.420 trabajadores a 2.400). Se trata del segundo sector que genera más empleo, mientras que el comercio es el cuarto más potente.