El comité europeo de SEB-Moulinex expresó ayer, de forma unánime, su rechazo al cierre de la planta de Barbastro al considerar que la decisión del grupo "no está demostrada" desde el punto de vista económico. Este es sólo uno de los argumentos que esgrimieron los responsables sindicales de las 20 plantas que el grupo SEB tiene en Europa durante la reunión, celebrada en Lyon, previa al encuento que hoy mantendrán con directivos de la multinacional en la ciudad francesa.

Una cita a la que el comité europeo acudirá con un documento, en el que se critica la "falta total de información sobre las cuentas de explotación" de la factoría oscense en el dossier que la empresa entregó para justificar su cierre. Otro de los puntos de rechazo es que no se respetase el acuerdo alcanzado entre la empresa, el Gobierno de Aragón y el comité, tras la extinción de 135 empleos en el último expediente aplicado en la fábrica de Barbastro, en el que la dirección garantizaba la estabilidad en el empleo hasta el 2005.

Asímismo, se pedirá a los máximos responsables del grupo que el dinero previsto para proceder a los despidos "se invierta en el desarrollo de la fábrica de Barbastro, así como en la fabricación de productos de alto valor añadido".

Todas estas consideraciones, reflejadas en un documento, se produjeron tras un encuentro de tres horas, en las que el presidente del comité de empresa de la planta oscense, Juan José Leache, compartió con sus colegas los detalles del anuncio del cierre. Y es que, la liquidación de la factoría --la primera que se produce entre las plantas de Europa-- es el principal asunto que hoy abordarán con la dirección de la multinacional. En este sentido, Leache, subrayó que "vamos a pedir explicaciones, datos y documentación" a la dirección, porque "todos (el comité europeo) se han mostrado sorprendidos por el cierre fulminante".

INCERTIDUMBRE GLOBAL Todos los representantes sindicales compartieron ayer una misma sensación: "la incertidumbre y las dudas sobre el futuro de otras plantas", comentó Leache. De hecho, en el texto que se entregará hoy a la dirección se sostiene que "lo que en el fondo se pretende es una reestructuración profunda del grupo".

Según pudo comprobar ayer Leache "existe una gran preocupación por la deslocalización, no sólo por China, sino por la entrada de los nuevos países a la Unión Europea, que cuentan con mano de obra cualificada y barata". Por ello, la reflexión más común era: "detrás de vosotros puede venir cualquiera", apuntó Leache.

Actualmente, el grupo está presente en más de 100 países y cuenta con más de 10.000 empleados en Europa, 2.300 en América del Sur, 1.070 en Asia y otros países y 946 en Estados Unidos.

A LA ESPERA De momento, no se ha decidido llevar a cabo movilizaciones, aunque se baraja la posibilidad de realizar una protesta el día 6 de mayo en París, con motivo de la celebración del consejo de Administración del grupo. Por otro lado, este viernes el comité de Barbastro mantendrá un encuentro con la dirección en el municipio oscense.