Los trabajadores de la factoría de Seb-Moulinex en Barbastro celebraron ayer una asamblea. En la misma, el comité de empresa facilitó a la plantilla toda la información disponible sobre el próximo cierre de la factoría, proceso que el grupo quiere concluir antes del 30 de junio. Según informó Juan José Leache, presidente del órgano sindical, otro de los objetos del encuentro fue aclarar las dudas de los empleados. No obstante, aunque el tema de las indemnizaciones no se trató, los representantes de los trabajadores adelantaron que exigirán más compensaciones a la dirección por los expedientes de empleo temporales que han sufrido y por no cumplir el acuerdo que firmaron en el 2003.

Leache apuntó que la negociación de las indemnizaciones comenzará el 30 de abril. En este sentido, recordó que la multinacional todavía no había comunicado oficialmente el cierre, "aunque tenemos que ser realistas y pensamos que Seb Moulinex no va a dar marcha atrás".

De cara a la negociación, el presidente del comité se mostró muy tajante: "Tenemos muy claro que el despido es improcedente, pero además, vamos a exigir más compensaciones, que resarzan las distintas regulaciones temporales de empleo que hemos sufrido en los últimos años, que han provocado que únicamente nos queden seis meses de paro y que nuestra base de cotización sea la del 2001. Asimismo, habrá que hablar del acuerdo que firmó en febrero del 2003, garantizando el empleo y una serie de inversiones hasta el 2005 que no ha cumplido".

Del mismo modo, el presidente del comité señaló que la prioridad en estos momentos es "salvar el mayor número de empleos posible". Así, apuntó que continúan las negociaciones y la búsqueda de un comprador para la planta de electrodomésticos. El representante sindical apuntó la posibilidad de que hubiera una empresa interesada en adquirir la factoría barbastrense, "no obstante, esta opción sólo permitiría recolocar a medio centenar de trabajadores, aunque menos es nada".

Así, ante la posibilidad de una futura venta, el mantenimiento del material y de la maquinaria de la factoría es fundamental. Por ello, la plantilla ha establecido unos turnos de vigilancia para tener las instalaciones controladas las 24 horas del día "y así evitar que la compañía saque algún equipo antes de que se cierre oficialmente", comentó Leache. Esta medida se une a la decisión de los trabajadores de impedir que, a partir del próximo martes, tampoco salga de la fábrica ningún producto acabado, salvo aquellos estrictamente necesarios para evitar el desabastecimiento del mercado.