La eléctrica alemana E.on abandona España. La compañía ha cerrado finalmente un acuerdo con el fondo australiano Macquarie para la venta de sus negocios en España y Portugal por 2.500 millones de euros. El vehículo inversor del fondo soberano de Kuwait, Wren House Infraestructure, participa en la operación como minoritario, con lo que el emirato regresa más de 20 años después de salir de España tras la gigantesca suspensión de pagos de KIO. La operación se realiza a través de Macquarie European Infrastructure Fund IV. Las actividades que se venden incluyen todos los negocios de E.on en los dos países, que comprenden los 650.000 clientes de electricidad y gas, y 32.000 kilómetros de red de distribución eléctrica. En España y Portugal tiene una capacidad instalada total de generación de cuatro gigawatios (GW), entre carbón, gas y energías renovables. Cuenta con unos 1.200 empleados. El comprador se compromete a largo plazo con los negocios, según un comunicado de E.on. Como distribuidora eléctrica opera en Cantabria, la provincia de Lugo, parte de Asturias y el norte de Castilla y León. La transacción está sujeta a la aprobación de la autoridad de Competencia de la Unión Europea. Se espera finalizar la transacción en el primer trimestre del 2015.

E.on trató de hacerse con el control de Endesa en el 2006 tras retirar Gas Natural la opa planteada. Pero tuvo que desistir tras la oferta de Acciona y la italiana Enel.