Pikolín ya anunció hace unos meses que su emblemática torre de la carretera de Logroño no se derruirá. De hecho, el grupo quiere que se convierta en el símbolo de su nuevo proyecto comercial (Torre Village). Lo que desveló ayer su presidente, Alfonso Soláns, es que las nuevas instalaciones de Plaza también tendrán su torre. "Vamos a recrearla añadiendo a su valor emocional el artístico", dijo. Para ello, la firma convocará la próxima semana un concurso público dirigido a escultores aragoneses. El ganador verá su obra colocada en una de las principales rotondas dentro del nuevo complejo. La escultura tendrá una altura de unos diez metros, según informaron ayer fuentes de la empresa. "Nunca imaginamos el valor y el simbolismo que ha adquirido la torre con el paso del tiempo", concluyó Soláns.