El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemad, defendió ayer en Zaragoza la necesidad de que se adapte el marco regulatorio al fenómeno «imparable» que supone la economía digital o colaborativa. Ahora bien, abogó por no optar por la vía de las «prohibiciones». «A unos gustará más o menos pero esto es un realidad imparable y no es sensato que nadie se oponga porque además fracasará», afirmó.

Así lo señaló en la conferencia que impartió en la Cámara de Zaragoza, con la que se abrió el ciclo anual de análisis Visiones económicas a debate, organizado por la Fundación Basilio Paraíso de la institución cameral e Ibercaja.

A su juicio, la irrupción de plataformas como Uber o Airbnb y el auge del comercio electrónico están generando «cambios radicales» en la forma de hacer y entender el mundo de los negocios pero también «tensiones». No en vano, consideró que ha emergido un «esquema de funcionamiento distinto», que tendrá sus «ganadores y perdedores». En este punto, se mostró crítico con la «posición de miedo» con que afronta esta transformación parte del mundo empresarial. «Hay pavor al cambio, un deseo de determinados grupos de interés de forzar a las autoridades a prohibir, como si pudiéramos tapar el sol con un dedo», esgrimió.

Adaptación

Frente a esa reacción, Marín recalcó que existe otro sector, con el que se alineó, «que apela a la razón y a la evidencia» para encarar estos cambios y hacer de ellos «una oportunidad de negocio». Para ello, consideró que los reguladores deben «adaptar sus modos, filosofías y formas de actuar a esas nuevas realidades», con una legislación «eficiente» que beneficie a la sociedad y impulse un tejido productivo sobre «bases sanas». «Estamos ante una máquina de cambio que no podemos, ni debemos, parar», insistió.

Con su intervención, el economista y exconsejero del Banco de España puso en valor la labor de las autoridades de Competencia, cuya actuación ayuda a la eficiencia de los mercados y beneficia a los consumidores y a las empresas que cumplen las reglas. Un ejemplo de ello es que gracias a los cárteles desmantelados entre el 2011 y el 2015 por este regulador, los españoles ahorraron 640 millones de euros cada año.

Como novedad, el pasado año la CNMC impuso sanciones económicas a cinco directivos de empresas por participar en prácticas nocivas contra la competencia, algo que antes no permitía la normativa española.

La conferencia, que se celebró por la tarde, llenó el salón de plenos de la institución cameral. Por la mañana, Marín participó asimismo en un encuentro empresarial organizado por la patronal CEOE Aragón.