¿Mala fe? ¿Manipulación? La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) elude de nuevo estos calificativos, empleados inicialmente por el ministro de Industria, José Manuel Soria, en el informe final que justifica la suspensión de la subasta del pasado 19 de diciembre que fijaba casi el 40% del recibo de la luz.

De todas formas, tras insistir en que se produjeron "circunstancias atípicas" que impidieron un "entorno de suficiente presión competitiva" en la puja, afirma que seguirá investigando tanto los hechos como los agentes que participaron en esa 25ª licitación trimestral.

En este sentido, alude a un informe que solicitó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y que aún no ha recibido. El documento debe incluir todas las transacciones con derivados financieros referidos al precio del mercado diario español desde el 1 de noviembre hasta el 20 de diciembre del 2013.

FLEXIBILIZAR EL ESQUEMA A su vez propone al Gobierno flexibilizar el esquema de subastas, aumentando el número de pujas de productos similares para que haya más referencias para fijar los precios.

Y recuerda que desde el año 2009, la extinta Comisión Nacional de Energía (CNE) critica el sistema establecido de subasta trimestral y propone otro que reduzca las variaciones trimestrales del coste de la energía que sirven para determinar casi el 40% de la tarifa regulada. Ni el PSOE ni hasta ahora el PP habían hecho caso a estas recomendaciones.

El informe ratifica las primeras filtraciones que se conocieron la semana pasada de la investigación realizada por técnicos de la CNMC en el sentido de eludir la posible existencia de manipulaciones o actos punibles como insinuó Soria en un inicio. El análisis final recoge todas las conclusiones para justificar la suspensión de la subasta, que anticipaba una subida de la luz del 11%.

En cuanto a las circunstancias que impidieron el desarrollo normal del sistema, el informe destaca que desde el 2 de diciembre hasta el 19 del mismo mes, los precios del mercado mayorista registraron niveles "que no se habían producido desde el año 2002, con un incremento del 60% y 70% respecto a la semana anterior".

Esas alzas se trasladaron a los mercados a plazo y, en particular a la subasta Cesur número 25 del 19 de diciembre. Todo ello resultó en unos precios superiores a las referencias del día anterior. También destaca que el volumen de negocio fue un 25% al promedio desde la subasta 11. En resumen, un cúmulo de circunstancias técnicas hubieran trasladado a los consumidores para todo el primer trimestre del 2014 un precio que no reflejaba la realidad.

Aunque el ministro de Industria se refirió tras la puja a "una burda manipulación", no volvió a mencionar ese término. Ni tampoco lo empleó en ningún momento la CNMC, que invalidó la subasta amparándose en la normativa que así lo permite, en el informe preceptivo previo a la decisión del Ejecutivo.

Lo cierto es que las primeras afirmaciones en caliente de Soria propiciaron una reclamación de ICV, que exigió la actuación del Fiscal General del

El informe final, que recurre a muchos aspectos técnicos para justificar la decisión de anular la subasta, se hizo esperar durante horas. Aunque estaba previsto difundirlo a media tarde no fue hasta entrada la noche de ayer cuando la CNMC lo dio a conocer.

Tras anular la subasta, en la que el 90% de participantes son entidades financieras, el Gobierno apostó por una intervención temporal de la tarifa durante el primer trimestre del 2014 con una subida media del 2,3%. La decisión provocó un aluvión de críticas, comenzando con la patronal eléctrica, Unesa, que tachó la decisión de "precipitada e improvisada" y consideró que la subida constituía un auténtico "precio político".