Tras las reclamaciones por las cláusulas suelo y los gastos hipotecarios, la banca afronta ahora otra oleada de demandas judiciales, después de que el Supremo haya abierto la puerta a miles de familias a recuperar el dinero que invirtieron en la compra sobre plano de unas viviendas que nunca recibieron.

Aunque no hay cifras oficiales de las personas que perdieron el dinero que destinaron a la compra sobre plano de casas que nunca se llegaron a construir, algunas fuentes apuntan a que podría haber más de 600.000 afectados, extranjeros principalmente de Reino Unido y Alemania.

Tras años de bonanza económica, en 2008 la burbuja inmobiliaria estalló, dejando un reguero de empresas promotoras en quiebra y miles de personas sin dinero y sin casa.Muchos afectados demandaron a las promotoras para reclamar sus ahorros, y aunque las sentencias les dieron la razón no pudieron recuperar el dinero, ya que las constructoras, en quiebra, no pudieron afronar las reclamaciones.

En diciembre del 2015 el Supremo publicó una sentencia que abría la puerta a los afectados a reclamar sus depósitos a la banca, a la que considera corresponsable de los anticipos dados por los compradores a promotoras y depositadas en las entidades. «La sentencia dice que el banco estaba obligado a proteger el dinero y que si no lo hizo es responsable», dice Luis Cuervo, consejero delegado del bufete Spanish Legal Reclaims.