El indicador de confianza empresarial (ICE) de Aragón del cuarto trimestre del 2017 avanza «con fuerza» y se sitúa en niveles máximos, lo que ratifica la seguridad de los empresarios aragoneses en la marcha de la economía. Tanto las expectativas sobre el primer trimestre del año como el balance de situación del último del 2017 apenas se ven alterados por la crisis política en Calaluña, que estaba llamada a convertirse en el principal factor de inestabilidad, dado el peso que tienen las relaciones comerciales entre ambas comunidades y que se traduce en más de 15.000 millones.

Según refleja el indicador de confianza empresarial, elaborado por la Fundación Basilio Paraíso e Ibercaja, el optimismo empresarial parece asentarse sobre el crecimiento económico sostenido del que disfruta la actividad productiva.

Por sectores, la confianza de las empresas de la industria y la construcción sube reforzada por un nuevo récord en las exportaciones y el fuerte incremento de la producción industrial. El optimismo del sector terciario sigue también en un entorno de máximos «apoyado en el tirón del consumo durante las pasadas navidades y un sostenido incremento del empleo», señala el ICE.

La debilidad de la demanda (37,35%) y el aumento de la competencia (18,07%) se mantienen como los factores que limitan en mayor medida el nivel de actividad de las empresas aragonesas, según los encuestados.

Las ventas siguen siendo el indicador del ICE que logra un mejor comportamiento, por encima del empleo (29,5%) y la inversión (27%), ya que casi el 43% de las empresas de Aragón ha mejorado la facturación en comparación con el trimestre anterior.

El ICE se basa en entrevistas a empresas, que exponen su visión de la coyuntura sintetizada en siete variables: facturación, empleo, inversión, precios de venta, exportaciones, morosidad y endeudamiento.