Ucrania y Rusia siguen marcando el paso en las bolsas de medio mundo. El temor a un conflicto internacional que acabe perjudicando las economías de medio mundo volvió a pasar factura ayer en los principales mercados bursátiles europeos. La denuncia del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, de que las fuerzas rusas habían entrado su país, hizo que los principales mercados se movieran durante prácticamente toda la jornada en rojo, empañando diferentes cifras macroeconómicas a priori positivas, como por ejemplo que el PIB de EEUU creció el 4,2% en el segundo trimestre. También en el mismo país, la cifra de peticiones de subsidio por desempleo quedó ligeramente por debajo de lo esperado (sigue por debajo de 300.000 demandantes).

En Europa, el descenso de la inflación en la eurozona aumenta el dilema del Banco Central Europeo respecto a si debe o no tomar medidas, mientras que la tasa de paro de Alemania, la locomotora de Europa, se mantuvo en agosto en el 6,7%. Más cerca, en España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó que la economía española se sitúa a la cabeza de Europa en términos de crecimiento (+0,6% en el segundo trimestre gracias al tirón de la demanda interna), aunque el riesgo de la temida deflación planea sobre el país tras situarse la tasa interanual del IPC en el -0,5%.

Con la prima de riesgo en 135 puntos, los inversores optaron por las ventas y el principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, terminó la jornada con una caída del 1,06%, hasta los 10.722 puntos.