El Banco de España advierte de que actualmente hay una «acusada reducción de la probabilidad de pasar a un empleo a tiempo completo desde una situación de empleo a tiempo parcial involuntario». La advertencia viene a constatar otro indicador más de la precarización creciente del mercado laboral español pese a la reducción del paro. En el análisis titulado Medidas alternativas de desempleo para la economía española publicado ayer, el supervisor bancario explica que, según datos de la encuesta de población activa (EPA), esta probabilidad se situó en el 17,5% en el 2016, algo por debajo de la observada entre aquellos con un contrato a tiempo parcial por otros motivos (20%).

El supervisor señala que antes de la crisis la probabilidad de pasar a un empleo a tiempo completo era superior entre aquellos con contrato a tiempo parcial involuntario. De esta manera, señala que «durante los últimos años, esta probabilidad no se ha incrementado para el colectivo con contrato a tiempo parcial involuntario, lo que vuelve a incidir en la posibilidad de un cambio más permanente en la demanda de trabajo a tiempo parcial».

El Banco de España también destaca que la tasa de paro escalaría hasta casi el 30% si en la definición oficial se incluyera a los trabajadores subempleados, aquellos que se encuentran trabajando a tiempo parcial pero que desearían trabajar más horas. De acuerdo con la definición oficial, la tasa de paro se situó a cierre de 2016 cerca del 18,6%.

El análisis del mercado laboral español indica que el peso de los contratos de media jornada tiende a enquistarse. «Todo parece indicar que el reciente incremento de trabajadores con contrato a tiempo parcial involuntario tiene un componente estructural que no parece estar revirtiendo con la recuperación», concluye el Banco de España en su informe.

El mayor aumento del paro cuando se consideran los trabajadores subempleados se recrudece por el incremento del empleo a tiempo parcial en la economía española, desde el 11,7% a finales del 2006 hasta el 15,3% a finales del 2016, y, sobre todo, por el aumento de los trabajadores que manifiestan que trabajan a tiempo parcial involuntariamente, es decir, que querrían encontrar un trabajo a tiempo completo. Este grupo de individuos ha pasado de representar en torno al 30% de los trabajadores a tiempo parcial a superar el 60%, según el Banco de España.

El Banco de España constata que la reforma laboral del 2012, que introdujo la posibilidad de realizar horas extraordinarias a los trabajadores con contrato parcial, ha cronificado la situación, por lo que una mejora de la situación económica no redunda en la transformación de contratos a tiempo parcial en otros a tiempo completo.