El número de extranjeros contratados en Aragón el pasado año ha experimentado un incremento del 17,70% respecto al ejercicio anterior. Así se desprende de los datos recogidos en el estudio Coyuntura Económica y del Mercado de Trabajo aragonés en 2003 , elaborado por el Instituto Nacional de Empleo (Inem) y Caja Inmaculada (CAI). Además, el informe pone de relieve que Aragón continúa siendo una comunidad receptora de trabajadores --de otras comunidades y de otros países--, puesto que la cifra de empleados que llegó fue superior a la de los que se marcharon.

En lo que respecta a contratación de extranjeros --cuyo volumen se ha quintuplicado desde 1988--, el estudio señala que la mayor parte de los documentos formalizados son absorbidos por el sector servicios, al que se destinan el 49,81 del total, seguido del agrícola (22,58%), construcción (18,01%) e industrial (9,60%). En este sentido, destaca que la mayoría de los trabajadores procedentes de fuera de España ocupa puestos que requieren poca cualificación y cuyos contratos se caracterizan por la temporalidad. Su perfil es el de un hombre joven con estudios de enseñanza secundaria.

Asimismo, el estudio resalta que la comunidad continúa siendo receptora de mano de obra. La diferencia entre los trabajadores que salieron y los que llegaron arrojó un saldo positivo para la comunidad de 4.951 contratos. Las personas que se han trasladado a trabajar a Aragón procedían en su mayor parte de Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Navarra y Andalucía, comunidades que, a su vez, son los principales destinos de los aragoneses que deciden trabajar fuera de la comunidad, con la excepción de Andalucía. En cuanto a los extranjeros, los países de origen fueron principalmente Marruecos, Ecuador, Rumanía, Argelia, Colombia, Senegal, Portugal, Mali, Gambia y Ghana.

Por otra parte, el documento elaborado por el Inem y la CAI revela que el balance del 2003 en los principales colectivos del mercado de trabajo fue positivo en general, ya que registró un descenso del paro y un aumento de la contratación, rompiéndose así la tendencia de los últimos años. Este balance fue más positivo para las mujeres y, especialmente, para los jóvenes menores de 30 años, que presentaron el descenso del paro registrado más significativo. En cambio, los mayores de 45 años mostraron una tendencia peor, al ser el único colectivo en el que aumentó el desempleo. La evolución del mercado laboral aragonés fue mejor que en el ámbito nacional.