El director del área de Control Global de Riesgo del Banco Grupo Caja3, Juan Alberto Rovira, ha señalado hoy que el control del Banco de España sobre el riesgo inmobiliario de CAI "llegó tarde".

Rovira ha agregado que hasta 2007 el Banco de España "no empezó a preocuparse" por el crecimiento en el sector inmobiliario y, entonces, avisó a Caja Inmaculada de que tenía que comenzar a poner límites a ese "mal que ya estaba hecho" y en una inspección de 2008 obligo a la entidad a "no crecer más".

Este directivo ha comparecido en la primera sesión de la comisión de investigación creada en las Cortes de Aragón para conocer la gestión de CAI desde el año 2000, en la que también han intervenido el presidente de la Fundación CAI, Juan Pemán, y el exdirector general Luis Miguel Carrasco, en total durante casi cinco horas y media.

Según Rovira, la normativa de la CAI en el sector era "laxa" como se pudo comprobar posteriormente, algo que se prolongó hasta 2007, y en adelantes el control interno empezó a mejorar "pero ya era tarde", ha insistido.

Esa normativa "laxa", que permitía en parte la "bonanza económica", no ponía freno a los "excesos" y, asimismo, dependía del "estilo directivo", "muy personalista" y era difícil discrepar, ha agregado, al tiempo que ha dicho que cuando llegó la crisis se vieron obligados a hacer un saneamiento.

CAI había crecido "excesivamente" en el sector inmobiliario, y dentro del mismo en suelos, y en participaciones inmobiliarias, pero llegó la fase de estancamiento del sector, lo que se tradujo en importantes dotaciones que provocaron su descapitalización y, finalmente, acabó con su absorción por Ibercaja Banco, ha explicado.

Sin embargo, ha manifestado que CAI no desatendió el riesgo empresa ni el particular.