El número de contratos temporales que se transformaron en contratos de duración indefinida ha repuntado a su nivel más alto en los últimos diez años. Así lo constata un informe de la consultora de recursos humanos Randstad, que, analizando los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), afirma que durante el primer semestre del 2018 se convirtieron a indefinidos un total de 73.963 contratos temporales. Dicha cifra representa un aumento del 9,5% respecto al mismo periodo del año anterior y es la más elevada desde el 2008, cuando la convertibilidad estaba en 88.695 contratos.

Los datos del informe muestran que uno de cada tres contratos indefinidos que se firmaron en la primera mitad del año tenían el antecedente de un contrato de duración temporal.

Los contratos temporales convertidos a indefinidos en Aragón registraron la segunda cifra más elevada de los últimos diez años. En concreto, 13.380 pasaron de temporales a fijos, lo que supone un aumento del 19,1% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se convirtieron 11.233, es decir, más del doble respecto a la media nacional.

MÁS DE 13.000

Además, el 40,6% contratos indefinidos firmados en Aragón en el primer semestre provenían de uno temporal, es decir, 1,2 puntos más sobre la cifra registrada el año anterior y 4,3 puntos superior a la media de España (36,3%). Después de registrar la cifra más elevada en el 2008 (15.874), este tipo de contratos descendió en la comunidad durante seis ejercicios consecutivos, salvo en el 2012 (+12,7%), hasta registrar la cifra más baja en 2014 (6.194). Desde ese año, los contratos temporales convertidos a indefinidos aumentaron durante cuatro años hasta superar de nuevo las 13.000 conversiones en el 2018.

Teruel (44,8%) y Zaragoza (40,8%) son las provincias aragonesas en las que mayor peso tiene este tipo de contratos respecto del total de contrataciones indefinidas.

AÑOS DE RECUPERACIÓN

El número de conversiones de los contratos muestran una tendencia durante los últimos diez años muy ligada al ciclo econónomico, apunta Ranstad. Entre el 2008 y el 2009 se produjo un fuerte descenso del 34,3% en dicha convertibilidad, cayendo hasta su punto más bajo en el histórico en el 2013 con un total de 41.251 contratos por semestre. Desde entonces, el número de contratos temporales que han pasado a indefinidos ha aumentado el 79,3%.

La agricultura fue el sector en el que más creció la convertibilidad. Concretamente, el 39% más que durante el primer semestre del 2017. No obstante, en términos absolutos el sector servicios impuso su peso mayoritario en la economía y durante los primeros seis meses del 2018 hizo fijas a un total de 303.172 personas que tenían un contrato temporal, el 15,4% más.