Correos instalará este año 4.000 terminales automáticas HomePaqy CityPaq --donde los consumidores pueden recoger paquetes-- en toda España, con lo que alcanzará las 5.500 unidades al cierre del ejercicio, casi cuatro veces más que ahora. El sistema de distribución de paquetes, nacido ante la constatación del auge de las ventas de productos por internet, se enfrenta ahora al conocimiento de los procedimientos por parte de los clientes y a la necesidad de mejora de los sistemas, con herramientas tecnológicas que optimicen los métodos de entrega y recogida.

El responsable de la Unidad de Ecommerce del operador postal, Jesús Sánchez, --que ha participado este jueves en la jornada 'E-commerce e innovación logística', ha asegurado que la iniciativa es un "completo éxito" y que el verdadero desembarco o diversificación de la oferta de buzones se producirá este año.

Hasta ahora, los 1.500 dispositivos instalados están únicamente en las principales capitales del país, como Madrid o Barcelona. CorreosPaq es un servicio que el operador público lanzó en el 2014 y consiste en la instalación de terminales automáticos receptores de paquetería en los portales de comunidades de propietarios -HomePaq- o en lugares públicos concurridos, como estaciones de tren -CityPaq- (más información sobre ambos sistemas de Correos).

Su ventaja radica en que una persona puede recibir un paquete en estos terminales y, en caso de no estar presente en su domicilio en el momento de la entrega, recogerlo horas después mediante un código que abre el casillero.

Según cálculos propios de Correos, "cada usuario que utiliza por primera vez el servicio, repite una media de diez veces", ha concretado Sánchez. El responsable de E-commerce de Correos ha cifrado en 50.000 el número de envíos que han tenido como destino estos terminales desde que comenzaron a funcionar en el 2014. "Los usuarios recogen su paquete en una media de ocho horas desde la entrega del mismo", ha afirmado Sánchez, quien ha explicado que son idóneos para recibir envíos durante la jornada laboral, en la que el destinatario no está en casa.

DIFICULTADES A SOLVENTAR

Como suele ocurrir en el caso de los envíos convencionales, el sistema choca con las dificultades de entrega. Fuentes de Correos reconocen que el sistema ha sufrido en algunos casos problemas de gestión de los paquetes, achacados al 'software' que gestiona el sistema. Otros profesionales de la empresa achacan los problemas al hábito de los propios clientes, en los que la compañía deposita la confianza en que recojan los paquetes en los tiempos estipulados, un máximo de 72 horas. En el caso de que el envío no se recoja en ese plazo, se producen problemas en la cadena logística con costes inesperados para el operador. Al margen de los problemas cotidianos detectados, existe un claro convencimiento en Correos en que el sistema de buzones de la compañía para la distribución de productos puede ser una clara ventaja competitiva en el futuro, al acercar al operador postal a los usuarios finales, carrera en la que las compañías de correo urgente todavía no están dispuestas a entrar.