Correos ha informado de que actualmente trabaja de forma presencial un 22% de su plantilla total, unos 11.640 trabajadores, el "volumen mínimo imprescindible" para garantizar la prestación del servicio postal público. La compañía asegura que desde que se decretó el estado de alarma para luchar contra el coronavirus puso en marcha un protocolo para, por un lado, garantizar el servicio postal básico público "con el personal mínimo imprescindible" y, al tiempo, "proteger de manera prioritaria, la salud de estos trabajadores y los clientes". Algunos centros de trabajo se han tenido que cerrar por la aparición de casos de coronavirus. Una trabajadora de Correos en Cataluña falleció la semana pasada.

En virtud de este protocolo, Correos indica que la pasada semana, la primera del estado de alarma, trabajaron presencialmente una media diaria de 11.640 personas entre sus distintas tareas e instalaciones, esto es en oficinas postales, reparto, centros logísticos, oficina de cambio de Barajas y sedes administrativas de toda España.

Este volumen de empleos representa el 22% de la plantilla total de la empresa postal pública, que con sus 53.041 empleados es una de las de mayor número de trabajadores del país.

Durante esta pasada semana, Correos ha atendido en la red de 2.400 oficinas postales que tiene distribuidas por el país a un total de 72.000 clientes, lo que implica un desplome del 76% respecto a los 300.000 que suelen suponer una semana habitual.

El grueso de las operaciones realizadas en estas oficinas correspondieron a envío de dinero mediante giros postales, servicio que ha elevado un 7,3% la demanda respecto a lo habitual, y el envío de paquetes entre particulares (el denominado 'paquete azul' para envíos nacionales de hasta 20 kilos). Se trata de dos servicios considerados públicos.

Correos ha reducido a tres horas el horario de apertura de estas oficinas (entre las 9.30 y las 12.30 horas) y recuerda a sus clientes que, en línea con las disposiciones del Gobierno, "deben restringir sus desplazamientos a las oficinas postales solo para las gestiones realmente necesarias".

Además, asegura que se están aplicando estas instalaciones "todos los protocolos dictados por las autoridades sanitarias en cuanto a mantener la distancia entre personas y lavado de manos de los empleados".

En cuanto a las labores de reparto que realizan los carteros, Correos insiste en que "está operativo el personal estrictamente imprescindible para la prestar del servicio postal público obligatorio", el "único que se está prestando", según recalca la empresa.

En este caso, también se ha reducido, de forma que sólo se presta por las mañanas en días laborales, y se ha suspendido el turno de tarde y el reparto en sábados.

Además, se ha modificado la operativa de entrega para eliminar el contacto entre personas y se ha suspendido la recogida de firmas a través de los dispositivos electrónicos 'PDA'.

PROTOCOLO SANITARIO

En un comunicado, Correos insistió en que todas sus actividades se desarrollan siguiendo las instrucciones dadas por el Ministerio de Sanidad, para preservar la salud de los trabajadores y clientes.

Asimismo, indica que cuando se ha detectado un caso o posible caso de coronavirus (confirmado, posible o probable, según la clasificación de Sanidad) en un centro de trabajo, se está aplicando el protocolo establecido.

En concreto, se procede a decretar cuarentena para todos los trabajadores, al cierre y desinfección del espacio físico y su posterior reapertura con un equipo de trabajadores diferente para preservar la prestación del servicio postal público.

La compañía postal pública "agradeció" la "responsabilidad" de todos sus trabajadores, dado que, "están demostrando día a día su compromiso con la prestación del servicio postal público en estos momentos críticos para la sociedad española".