El grupo El Corte Inglés ha quintuplicado la venta a distancia en pleno confinamiento de la población. por el estado de alarma decretado para la lucha contra la expansión del coronavirus. "Somos más multicanal que nunca", reconocen fuentes de la firma. El cierre comercial ha requerido una readaptación rápida y esfuerzos suplementarios para mantener el servicio comercial permitido por el estado de alarma, comercio alimentario físico y 'on line', y comercio a distancia en general. La estrategia global de El Corte Inglés ha sido aumentar las capacidades de cada centro para poder llegar a más gente y más colectivos prioritarios (gente mayor o con algún tipo de discapacidad, sola en casa, gente que trabaja en el sector sanitario...).

Aproximadamente un tercio de la plantilla ha sido incluida en el expediente de regulación de empleo temporal (erte). Son aquellos directamente vinculados con la venta presencial de productos no considerados de primera necesidad por el decreto de alarma. De los que siguen trabajando, muchos se han destinado a lo que en ECI han designado como 'entrega en el día'. Forman parte de equipos de venta destinados al 'picking' o selección física de productos comprados 'on line', de alimentación o de cualquier otro tipo de productos. También los del área de Click&Car, que se entregan al cliente que los va a buscar a la tienda.

Los envíos también se están realizando directamente desde los proveedores, en función de los acuerdos previos o del nivel de estocs del producto adquirido. También están a pleno rendimiento las grandes plataformas logísticas del grupo (básicamente en Valdemoro y Montornès) y que mantienen el avituallamiento de productos a los centros de venta y de distribución.

Existe una cierta indefinición legal sobre el concepto primera necesidad. Sobre todo en relación a los problemas de los ciudadanos con sus electrodomésticos. Una avería de la nevera, de la cocina, del calentador o la lavadora supone para cualquier familia un problema grave y por ello El Corte Inglés ya anunció desde el primer momento del estado de alarma que mantenía los servicios de reparaciones y montajes. Este servicio se ha mantenido, especialmente requerido en el ámbito de la venta e instalación de televisores, neveras y lavadoras, por ejemplo.

Entre los productos más vendidos en los últimos días, la cadena nombra especialmente los relacionados con los niños (juguetes, papelería, videojuegos...), los tecnológicos (tabletas, teléfonos, ordenadores y todos sus complementos como cargadores, enchufes, discos duros...), los aparatos deportivos y los libros. Cuando el cliente los busca en la web, se informa de si son productos de entrega en día, en 48h, en otros plazos o si están agotados. El incremento súbito de la demanda ha superado las capacidades en muchas zonas especialmente en alimentación, donde es complicado cerrar pedidos. Esto pasa en todo el sector de la distribución de alimentación.

Ante el cierre comercial, El Corte Inglés ha aplicado un erte que afecta a 22.000 empleados de los centros comerciales del grupo, 2.000 personas de Sfera y a otros 1.900 trabajadores de El Corte Inglés Viajes. La situación supone un duro golpe para los ingresos del gigante comercial, que ha capeado la situación con la firma de un crédito sindicado de tipo abierto por 1.311 millones de euros que supone una luz verde literal para oxigenar la situación financiera y permitir afrontar la situación temporal con relativo optimismo.