Las peluquerías son lugares donde el factor sorpresa está a la orden del día. No solo al mirarte al espejo tras el cambio de look, sino también, en ocasiones, al pasar por caja. En tiempos en los que los ciudadanos tienen que ajustarse el cinturón, surgen iniciativas nuevas que buscan adaptarse a todos los bolsillos. Es el caso de la franquicia aragonesa Peluquerías Bajo Precio, que ayer inauguró su cuarto establecimiento en Zaragoza desde que comenzó su andadura el año pasado.

La expresión de los viandantes al pasar por delante del establecimiento, ubicado en la calle Miguel Servet, era una mezcla entre asombro y extrañeza. «Corte a un euro» se podía leer en su escaparate. Y lo cierto es que la iniciativa fue un éxito. A principios de la tarde eran más de 140 las personas que habían pasado por allí para aprovechar la oferta. «Vivimos por aquí, hemos pasado por delante de la peluquería y nos hemos animado», contaban ayer tres estudiantes zaragozanos. «En mi peluquería habitual cortar, lavar, peinar y hacerme mechas me costaba 50 euros y aquí, 25», matizaba una de ellas.

Sin embargo, uno de los socios, José Manuel Casao, recordó que no quieren que «la gente vea solo un precio» porque, en este caso, «no compromete la profesionalidad» de las peluqueras. Actualmente, la franquicia Peluquerías Bajo Precio está compuesta por «capital 100% aragonés» y cuenta con 14 trabajadoras con contrato indefinido, explicó Víctor Moro, uno de los socios.

Peluquerías Bajo Precio también desempeña labores sociales como campañas de manicuras solidarias, que realizaron, por segunda vez, hace un par de días en colaboración con Cruz Roja.