El crédito al consumo, indicador del clima y las perspectivas económicas, recuperará este año el nivel previo a la crisis. Así lo aseguró ayer Asnef, patronal de los principales establecimientos financieros de crédito. La financiación pendiente de pago subió un 14,39% en el 2017, a los 35.105 millones, cerca del nivel del 2008 (38.868 millones), y los nuevos préstamos otorgados subieron el 14,76%, a los 31.026 millones, casi al nivel del 2009 (31.599 millones).

Desde el mínimo del 2012, la financiación nueva encadena cinco años de ascenso gracias la recuperación del empleo, la mayor confianza de los ciudadanos, el desapalancamiento de los hogares durante la crisis, y la mayor oferta de crédito por las menores tensiones de financiación para las firmas prestadoras. Para el 2018, las perspectivas «siguen siendo buenas», y sobre todo si se produce una «subida salarial acorde al desarrollo económico del país».

Los préstamos nuevos para la compra de vehículos aumentaron el 16,83% el año pasado, a los 11.520 millones, ya por encima del volumen del 2008 (10.045 millones). Y la financiación para el resto de bienes de consumo se incrementó un 13,57%, hasta los 19.506 millones.